‘Agentes biológicos y prevención de las enfermedades relacionadas con el trabajo: un análisis’ es el título del informe de 250 páginas publicado por el Observatorio Europeo de Riesgos de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA). Este estudio suple la ausencia de documentos institucionales con un enfoque sistemático para evitar la exposición a agentes biológicos en el lugar de trabajo y para lograr el reconocimiento de los problemas de salud relacionados.
El informe es el resultado final del proyecto encargado por la EU-OSHA para calibrar los efectos sobre la salud procedentes de la exposición a agentes biológicos en el lugar de trabajo. Incluye una revisión de la bibliografía científica, entrevistas con expertos, sesiones de grupo específicas y un taller con las partes interesadas. Presenta también un resumen de los resultados del proyecto sobre importantes temas determinados durante la revisión, como los sectores de interés, los grupos vulnerables, los riesgos emergentes y los sistemas de seguimiento que operan en los países europeos.
El conjunto de agentes biológicos que pueden encontrarse en los lugares de trabajo está formado por virus, bacterias, hongos y parásitos. Todos ellos tienen capacidad para causar problemas de salud, ya sea de forma directa o a través de la exposición a alérgenos o a toxinas relacionadas con ellos. Según la Encuesta europea sobre las condiciones de trabajo de 2015, un porcentaje cada vez mayor de personas trabajadoras, (concretamente el 13%, 1,5 veces más que hace 10 años), estaba hace un lustro expuesto a agentes infecciosos en el trabajo.
La exposición a agentes biológicos en el trabajo puede estar asociada patologías graves, incluidas las enfermedades infecciosas, el cáncer y las alergias. Algunos agentes biológicos también pueden dañar a los bebés no nacidos. Las personas trabajadoras de algunos sectores, como los servicios sanitarios o veterinarios, la agricultura, la gestión de aguas residuales y los laboratorios, corren más riesgos. Estas personas pueden trabajar directamente con microbios o estar expuestas a ellos; por ejemplo, a través del contacto con fluidos corporales o con la tierra. Si se conoce la fuente de exposición a un agente biológico es relativamente fácil prevenir los efectos negativos en la salud. Sin embargo, el control de riesgos de exposiciones a fuentes desconocidas es mucho más difícil.
Conclusiones
El informe de la EU-OSHA de 2019 sobre el que se sustenta el actual, parte de la consideración de que “no se puede esperar” que el enfoque generalista aplicado en su día a la Directiva 2000/54/CE de agentes biológicos en el lugar de trabajo cubra todas las posibles situaciones de exposición. “Una clasificación fiable de todos los agentes biológicos por su nivel de riesgo -según apunta el informe-, requeriría un estudio y la posterior evaluación del riesgo de cada agente biológico individual, lo que no es posible para todos los agentes biológicos.
Las medidas establecidas en la directiva están relacionadas con un riesgo generalizado y las actuaciones de contención que se mencionan se centran principalmente en el trabajo de laboratorio”. Existen, por lo tanto, “sectores en los que la exposición a agentes biológicos no encaja bien con esas medidas de contención, como ocurre en los casos de la agricultura, la ganadería, los cuidadores y manipuladores de animales, los zoológicos y las profesiones que implican viajes o contactos con viajeros o migrantes”.
Asimismo, el informe considera que la directiva está enfocada principalmente en las enfermedades infecciosas causadas por microorganismos, mientras que la definición de agentes biológicos utilizada en diversos estados de la UE es mucho más amplia. Por ello, recomienda que al aplicar la directiva “se considere una definición más extensa de agentes biológicos”.
Respecto a la relación de los agentes alergénicos y las enfermedades respiratorias, el informe señala que todavía “queda mucho por hacer y el marco de prevención debe garantizar que se pueda abordar inequívocamente en la investigación, vigilancia, registro, legislación, inspección y prevención”. También recomienda ampliar las ocupaciones contempladas en la directiva.
Finalmente, sugiere a las organizaciones sectoriales y a los agentes en los lugares de trabajo que presten más atención a la directiva y proporcionen la orientación necesaria para prevenir y controlar la exposición a los agentes biológicos.
