La Directiva 92/43 relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestre estipula en su artículo 11 la necesidad de establecer un Sistema de Vigilancia de las Especies de Interés y de informar, en virtud del artículo 17 de la citada directiva, cada seis años de los principales resultados del mismo. Así mismo, el Real Decreto 1274/2011, por el que se aprueba el plan estratégico del patrimonio natural y de la biodiversidad 2011-2017, en aplicación de la Ley 42/2007, establece un listado de especies sobre cuyo estado de conservación y tendencias las Comunidades Autónomas deberán llevar a cabo periódicamente una evaluación de su estado de conservación. Para esta evaluación se prevé también una periodicidad de seis años. Finalmente el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas de Fauna y Flora recoge actualmente ocho anfibios y nueve reptiles. Considerando una especie “en peligro de extinción”, cuatro “vulnerables”, dos “raras” y el resto “de interés especial”. Por su parte el listado de especies elaborado por el Real Decreto 1274/2011 recoge 33 especies de anfibios y reptiles cuya presencia es conocida o muy probable en la CAPV. A su vez la directiva 92/43 incluye cuatro especies en su anexo II y 21 en el anexo IV, considerándose todas como especies de interés comunitario. Además cuatro de las especies incluidas en el anexo II, que reúne a aquellas especies animales y vegetales de interés comunitario para cuya conservación es necesario designar zonas especiales de conservación, han sido incluidas en los formularios normalizados de propuesta de designación de Lugares de Interés Comunitario, por lo que se debería prestar especial atención a su estado en esos lugares. En total, la normativa citada incumbe a 35 especies distintas, varias de ellas incluidas en más de uno de los documentos. Aunque algunas de ellas, dadas sus particularidades ecológicas, pueden requerir de sistemas de seguimiento propios, un sistema de muestreo general puede dar información sobre muchas de esas especies.

Teniendo ello en cuenta parece oportuno poner en marcha un sistema de vigilancia y seguimiento de los anfibios y reptiles de la CAPV. Este sistema de vigilancia tiene por objeto el seguimiento a largo plazo de las especies comunes de anfibios y reptiles.

Para ello se ha seguido una metodología de trabajo estandarizada y asimilable a la utilizada en otros territorios y a nivel estatal. La eventual repetición de los muestreos en el tiempo permitirá en el futuro el análisis de la evolución del estado de las poblaciones de anfibios y reptiles en la CAPV. Asimismo, el tipo de información que se obtiene a través de este seguimiento permitirá la comparación de la situación de las poblaciones locales con la de otros territorios.

Queda fuera del alcance de este trabajo el seguimiento particular de especies, que requieren de metodologías específicas de trabajo.