El objetivo de la ilustración científica es comunicar la ciencia de forma eficaz haciendo el conocimiento visible a nuestro entendimiento, no a nuestros ojos. De este modo, la idea que se quiere comunicar se asimila antes, el conocimiento perdura más y el mensaje convence mejor.

La ilustración permite visualizar y comunicar información que solo con números y texto sería difícilmente transmisible. Muestra hipótesis, teorías, ideas y procesos; resume, simplifica y enfatiza; elimina información innecesaria, llega hasta niveles no observables o describe situaciones difíciles de observar y ayuda a resolver problemas. En definitiva, nos ayuda a ver para entender.

Hoy en día, la comunicación científica es fundamental para que la ciencia avance, para que los y las especialistas se puedan comunicar de forma eficaz y para trasmitir conocimiento científico en (y para) la ciudadanía. Por tanto, la formación de profesionales capaces de crear ilustradores y diseños aplicados a ciencia es fundamental.