Agur, Otxoa Feroz! Agur alai bat
El dramaturgo, actor y periodista Unai Izquierdo (‘Ocaña’, ‘Miguel Hernández, que estás en los cielos’) firma el texto de ‘¡Agur, Otxoa feroz!’, un musical que se centra en la juventud y el camino al estrellato de La Otxoa. Hablamos con él y con el propio José Antonio Nielfa sobre esta producción propia de la Sala Bbk.
José Antonio, esta obra, ¿será para ti una despedida total de los escenarios? LA OTXOA: Oficialmente es una despedida total, lo que pasa es que, ya sabes, luego te llegan proposiciones que te apetecen y a lo mejor las haces, pero por mi parte creo que es lo último que haré. Pero bueno, si me piden que haga algún dueto con Madonna o con Rosalía, a nadie le amarga un dulce (risas).
¿Cómo has visto la evolución del barrio de San Francisco? San Francisco es mi barrio de toda la vida. Mi familia tenía bares allí y es donde trabajé. A los 18 años fui muy precoz, me fui para Torremolinos y luego a Barcelona. Yo San Francisco lo dejé perfecto. Luego mis padres se fueron también de allí a Santutxu, con lo cual no conocimos la degradación posterior del barrio. Yo soy muy nostálgico. Ese San Francisco tan maravilloso, tan alegre, tan bonito. Cuando lo veo hoy se me cae el alma al suelo porque no es el barrio en el que yo viví mi niñez, no tienen nada que ver los bares, los cabarets, las tiendas, etc. que entonces existían. San Francisco en su momento era tan importante como Gran Vía o el Casco Viejo: Todo el comercio estaba allí, restaurantes, ambiente…Las Cortes también era un lugar de libertad y de vanguardia. Tenían cuarenta o cincuenta locales donde la gente cantaba o había orquesta. Allí tocaba la banda de Bilbao. Te estoy hablando de los cincuenta y los sesenta. Ahora ha mejorado, aunque no tiene nada que ver con el San Francisco que yo conocí.
¿Cómo viviste la Transición y el cambio de llegar a ser incluso encarcelado a convertirte en un artista reconocido? L.O.: mi me detuvieron en el 68. Estaba la dictadura aún. Estaba de ministro de Turismo Fraga Iribarne y Martín Villa era gobernador de Barcelona. Entonces el pueblo tenía otra mentalidad. Que alguien fuera maricón era algo que no se asumía. Jugando al fútbol en el baArrio al que veían que era algo diferente lo machacaban. Luego en la Transición la gente salió más a la calle, hubo más lucha, gracias a los partidos de izquierda y los colectivos fuimos avanzando.


