Amets Txurruka (Etxebarria, 1982) fue ciclista profesional de 2006 a 2016. Militó en cuatro equipos (Barloworld, Euskaltel Euskadi, Caja Rural y Orica GreenEdge) y conquistó cinco victorias: etapa y general de la Vuelta a Asturias, general del Tour de Guevaudan Languedoc-Rousillon, y sendas etapas en el Tour de Noruega y Tour de Beauce. Más allá del palmarés, la carrera de Amets ha quedado marcada por sus cientos de kilómetros en fuga. No en vano, es el único ciclista euskaldun que ha ganado el Gran Premio de la Combatividad del Tour de Francia, en 2007.

• Seis años desde que colgaste la bici… ¿Qué has hecho durante este tiempo?

Estoy en el mundo de la educación. Antes de ser ciclista profesional estuve de profesor y tras colgar la bici he vuelto a la enseñanza. Soy profesor de Educación Física y tengo dos críos. Entre el trabajo y los hijos se me pasan los días volando.

• Once años de ciclista profesional en 4 cuatro equipos diferentes. ¿El mejor o los mejores momentos?

Recuerdo con especial cariño cuatro momentos. Por un lado, cuando subí al podio del Tour de Francia como vencedor del premio de la combatividad. Estar en el podio de los Campos Elíseos es inolvidable. También recuerdo especialmente mi primera victoria como profesional, en Asturias. En esta tierra también tengo otro gran recuerdo, la victoria en Cotobello, del gran trabajo en equipo que hicimos para alzarnos con el triunfo. Y por último, cuando estuvimos a punto de ganar el Giro de Italia con Esteban Chaves. Vivimos unos días muy emocionantes defendiendo la 'maglia rosa'.

• ¿Y el peor o peores?

Las lesiones y las caídas, las caídas y las lesiones Tuve mala suerte con unas cuantas roturas de clavícula. Sobre todo en el Tour, casualidad. El camino para preparar una carrera es muy duro, y que en un segundo se vaya al traste todo ese trabajo hecho con tantas ganas y voluntad da mucha pena. Y que decir si una vez hecho el esfuerzo de recuperarte, de dejar atrás la lesión, que se repita la misma rotura en la misma temporada… Esos son los peores momentos.

• ¿Tuviste referentes en el ciclismo? ¿Por qué?

En la habitación teníamos el poster de Marino Lejarreta. Es de aquí cerca, y tiene una personalidad que me encanta, tanto a nivel personal como deportiva. Tranquilo, humilde, con un gran nivel deportivo… Siempre ejemplar.

• Hoy en día, ¿qué ciclista te gusta?

Sigo el ciclismo, pero tampoco estoy muy involucrado en ese mundillo. No salgo mucho en bici, casi no tengo tiempo. Cuando tengo algo me gusta dar una vuelta, pero tranquilo. Me gusta mucho Pello Bilbao, tengo una relación muy estrecha con él y me alegra mucho su evolución. Le conozco desde que era amateur y es como un hermano pequeño. Fuimos compañeros de equipo… Le tengo un cariño especial y estoy disfrutando mucho con su carrera deportiva.

• ¿El primer recuerdo del Tour de Francia en la niñez? ¿Los recuerdos como profesional?

Íbamos con aita y ama a Pirineos y recuerdo el ambientazo que había. A decir verdad, me viene a la cabeza antes el ambientazo que los propios txirrindularis. También me acuerdo mucho de Miguel Induráin y el Tour que comenzó en Donostia. Pero sobre todo me acuerdo del ambiente de Pirineos.

De profesional, me acuerdo de la grandeza del Tour. En principio, es una carrera más, hay que pedalear, pero todo lo que rodea a la prueba es gigante. Los medios de comunicación, la repercusión, la gente que mueve… Hay mucha tensión durante toda el día, la presión en los equipos también es más alta de lo habitual… Es una prueba especial, sin duda.

• ¿Qué puede suponer el Grand Départ para Euskadi?

Es un regalo a la afición. En Euskadi siempre ha habido mucha afición, mucha gente que sigue este deporte, con mucho conocimiento, que sale a la carretera a pedalear y a animar, que lo hacen con respeto… El Grand Départ es un guiño a esa afición. Está muy bien traer el Tour, y espero que esto también atraiga un impulso de las carreras de casa y de la cantera. Hay que cuidar la cantera si queremos seguir aspirando a tener eventos de este tipo.

• Un mensaje para la afición.

Que sigan como hasta ahora, animando a todos los ciclistas, con cercanía pero con respeto… Vamos, como lo hacen siempre