La obra es una adaptación de dos de los entremeses de Cervantes; el primero se titula “El juez de los divorcios”, nos exhibe, jocosamente, varios casos de desavenencia matrimonial, que un juez, aplazador de problemas, intenta apaciguar; el segundo “El viejo celoso”, una broma sangrienta, usada por la mujer enclaustrada, para vengarse del celoso y ridículo marido, donde se pone de manifiesto la torpeza social de los matrimonios entre personas de muy distinta edad.