La Ertzaintza describe los detalles de una importante investigación contra el expolio del patrimonio histórico documental

6 de julio de 2017

Durante varios años ha seguido el rastro de miles de documentos históricos de los que se habría apropiado un experto

La consejera de Seguridad, el director de Patrimonio Cultural, la alcaldesa de Bergara y responsables de investigación criminal de la Ertzaintza han explicado hoy en Donostia los detalles de una investigación, realizada a lo largo de varios años, que ha permitido localizar y recuperar un importante número de documentos de los que se habría apropiado un individuo entre los años 2007 y 2011, extrayéndolos fraudulentamente de diferentes archivos vascos y estatales.

En la rueda de prensa, que ha tenido lugar esta mañana en el palacio Miramar de Donostia, en el marco de un curso de verano de la EHU/UPV sobre “Problemas derivados del régimen de protección de los bienes culturales en el País Vasco”, han estado presentes la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, el director de Patrimonio Cultural, Imanol Agote, la alcaldesa de Bergara, Elena Lete, el Jefe de la Sección Central de la División de Investigación Criminal y Policía Judicial de la Ertzaintza, Klemente Garai, el Jefe de la Sección Central de la Ertzaintza de Delitos contra el Patrimonio, Koldo Olabarrieta, e Iñaki Salgado, Agente especialista del Area de Delitos contra el Patrimonio.

Tal y como han explicado en el encuentro con los medios, agentes especialistas del Grupo de Patrimonio de la Sección Central de Investigación Criminal y Policía Judicial de la Ertzaintza llevaron a cabo, entre los años 2011 y 2015, una laboriosa investigación para rastrear el destino final de miles de documentos con valor histórico sacados de manera ilícita de distintos archivos de Euskadi y de otros lugares del Estado desde el año 2007. La investigación, la mayor operación de la Ertzaintza contra el expolio de bienes culturales históricos, permitió recuperar casi dos mil documentos históricos.

Los inicios de la investigación

La denuncia presentada por el Ayuntamiento de Bergara en 2011, tras detectar la desaparición de diversos documentos históricos de su archivo, llevó a la detención a finales del año de un experto aficionado a la filatelia acusado de sustraer documentos históricos de distintos archivos vascos está en el origen de la investigación.

Tras clasificar los datos y los documentos obtenidos a raíz del arresto y analizarlos conjuntamente con expertos en patrimonio histórico del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, se desveló que los hechos tenían una trascendencia mucho mayor de la inicialmente prevista y que el patrimonio documental sustraído por el arrestado podría ser mucho mayor, remontándose las sustracciones hasta el año 2007, por lo que en febrero de 2013, ante la acumulación de evidencias, se abrió una nueva fase de la investigación, contando ahora con la colaboración directa de los especialistas aportados por el Departamento de Cultura.

La investigación corrió a cargo de la Sección Central de Investigación Criminal y Policía Judicial de la Ertzaintza, cuyos agentes pusieron de manifiesto que, efectivamente, eran varios miles los documentos, muchos de ellos de gran valor histórico, que presuntamente habrían sido sustraídos por el encausado en distintos archivos, públicos y privados, tanto de Euskadi como de otras comunidades del Estado. La investigación se marcó como objetivo prioritario la localización y recuperación de los documentos.

Dos mil documentos recuperados

El dispositivo de investigación, denominado "operación Gutunak", llevó a los investigadores de la Ertzaintza a moverse por todo el Estado, contactando con posibles testigos y con expertos en patrimonio histórico. En el curso de la misma se recobraron cerca de dos mil documentos, todos ellos datados entre los años 1604 y 1895. El interés y el valor en el mercado coleccionista que dichos documentos tenían para el inculpado y para las personas que los habrían adquirido sería, sobre todo, el carácter "pre-filatélico" de los mismos. Entre los documentos se encuentran, por ejemplo, cartas de los reyes Felipe III y Felipe IV.

160 documentos procedentes de archivos vascos

El Juzgado de Bergara designó desde el inicio a un experto como perito judicial para el estudio de los documentos recuperados, determinando éste que una parte de ellos tenía su origen en fondos vascos, extremo que confirmaron los investigadores con los correspondientes cotejos realizados en los archivos.

Así, de los cerca de dos mil documentos recuperados unos 160 habían estado hasta su sustracción bajo la guarda y custodia de archivos de la Comunidad Autónoma Vasca. Entre los documentos vascos, el precio pagado por los compradores habría rondado en ocasiones los 400 euros por ejemplar.

El resto de los documentos, según los datos aportados por los peritajes técnicos, procedería de archivos y fondos de otras Comunidades Autónomas, por lo que la investigación de la Ertzaintza contó con la colaboración de expertos de otros cuerpos policiales (Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil, Mossos d'Esquadra y Policía Foral de Navarra) para poder corroborar el supuesto origen ilícito de los mismos.

La colaboración entre la Ertzaintza y el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco resultó fundamental de cara a obtener, a su vez, la participación en las indagaciones de diversos organismos vascos del mundo de la cultura. A ello se unió la ayuda ofrecida por los Ayuntamientos donde se ubican los archivos afectados por las sustracciones, poniéndose de manifiesto que la coordinación entre instituciones es fundamental para luchar eficazmente contra los delitos relacionados con el patrimonio histórico.