URA adjudica la construcción de la depuradora de Agurain

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4 de diciembre de 2018

  • Se ha adjudicado la redacción y ejecución del proyecto a la UTE constituida por Aquambiente Servicios para el Sector del Agua y Bycam
  • El presupuesto asciende a 6,3 millones de euros; el periodo de ejecución es de 24 meses

 Vitoria-Gasteiz.04.12.2018. La Agencia Vasca del Agua iniciará la redacción del proyecto constructivo de la depuradora de Agurain este mismo mes, una vez que se ha adjudicado el contrato de redacción de proyecto y construcción de la nueva depuradora de aguas residuales urbanas del municipio alavés de Agurain a la UTE constituida por Aquambiente Servicios para el Sector del Agua SAU. y Bycam SA., con un presupuesto de 6.350.000 euros IVA incluido. El plazo para la redacción del proyecto constructivo es de 4 meses; acto y seguido, se acometerá  la  ejecución de la obra que durará 24 meses.

Las obras e instalaciones contempladas permitirán el tratamiento necesario para poder cumplir los exigentes límites fijados en la autorización de vertido al cauce del Zadorra; un cauce cuyo caudal  se funde con el embalse de Ullibarri Gamboa.  Su diseño ha sido especialmente cuidadoso para que la instalación pueda  acoger las futuras incorporaciones de nuevos caudales de aguas residuales (sean nuevos desarrollos urbanísticos o la incorporación de las aguas residuales de otros municipios), así como la natural variabilidad de la estacionalidad de los caudales en la cuenca, sin que en ningún caso repercuta negativamente en los rendimientos de los procesos de depuración.

El deficiente funcionamiento y gestión  de la actual depuradora ha sido la causa de frecuentes episodios de contaminación en el Zadorra. Por tanto, la nueva depuradora permitirá, si se gestiona adecuadamente, evitar que dichos vertidos sigan siendo recurrentes.

Al respecto, la última revisión de la autorización de vertido de la depuradora de Agurain fija las medidas de gestión concretas que el Ayuntamiento ha de cumplir para reducir la contaminación del vertido de la depuradora hasta que la nueva pueda entrar en funcionamiento. Medidas, por otro lado,  que los entes gestores del ciclo urbano del agua profesionalizados llevan a cabo normalmente para velar por la calidad de su vertido al cauce. Al respecto, la propuesta de autorización elevada a la Confederación prevé un plazo máximo de 3 años hasta la puesta en marcha de la nueva EDAR.

No obstante, durante el periodo de tiempo que transcurra hasta la puesta en marcha de la nueva EDAR, corresponde al Ayuntamiento de Agurain el cumplimiento de las condiciones de la autorización de vertido.

El buen estado del Zadorra en Agurain requiere en paralelo una  gestión del ciclo urbano del agua que vaya más allá  de la mera explotación de las infraestructuras (el funcionamiento diario, depósitos, bombeos, estaciones de tratamiento y depuración, energía, reactivos, personal,…) o el mantenimiento de las instalaciones.

Una gestión profesional

La gestión del ciclo urbano requiere de la reposición de los elementos del proceso de producción, distribución, recogida y devolución del agua; un control de vertidos a la red de saneamiento que vele por el rendimiento de la depuración de las aguas residuales; el establecimiento de condiciones en las autorizaciones a los nuevos desarrollos; la adecuación a normativa ambiental cada vez más exigente;  la planificación de un programa de inversiones a medio-largo plazo para mantener operativo el sistema; amortizaciones de las inversiones; o la definición de la estructura de costes completa del servicio, que dé lugar a unas ordenanzas fiscales en las que se establezca cómo se van a financiar esos costes, entre otros.

Dada esta complejidad técnica, el director general de URA, Ernesto Martínez de Cabredo, considera que “se ha de apostar por la profesionalización del servicio de abastecimiento y saneamiento en todo el territorio para garantizar la sostenibilidad técnica, económica y medioambiental del mismo”.

Asimismo “ha de tenerse en cuenta que los costes unitarios (coste por metro cúbico) de pequeñas entidades dispersas es mayor que la de aglomeraciones mayores urbanas con alta densidad, y que tenemos la obligación de repercutir en la tarifa la totalidad del coste de servicio: las tasas de abastecimiento y saneamiento han de cubrir los costes”. De ahí la necesidad, sostiene Martínez de Cabredo, de que  “los entes gestores menores aúnen sus esfuerzos en uno de mayor dimensión. Una confluencia que permitiría reducir la estructura de costes gracias a economías de escala, así como la universalización en el territorio de unas tarifas que permitan incluir la repercusión de costes”.