Presentación del monográfico nº 93 de Ekonomiaz, Revista Vasca de Economía: "Servicios Públicos de Empleo. Análisis y perspectivas"

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20 de julio de 2018

 

EL DEPARTAMENTO DE HACIENDA Y ECONOMÍA, PRESENTA EL NÚMERO 93 DE LA REVISTA EKONOMIAZ CON EL TÍTULO: “SERVICIOS PÚBLICOS DE EMPLEO, ANÁLISIS Y PERSPECTIVAS”

 

  • El monográfico recoge nueve artículos que abordan los cambios en el modelo estatal de colocación, distintos métodos de búsqueda de empleo, papel y evaluación de los Servicios Públicos de Empleo y su futuro en Europa. Se acompaña el monográfico con un artículo de colaboración sobre las finanzas del clima.

 

El Departamento de Hacienda y Economía ha publicado el número 93 de Ekonomiaz, con el objetivo de aportar información para el debate sobre el papel que los Servicios Públicos de Empleo (SPE) desempeñan en el mercado de trabajo, dada la importancia de fomento del empleo como parte del primer pilar del Programa de Gobierno.

 ¿Deberían tener una elevada cuota de mercado? ¿Competir con los canales informales de búsqueda? ¿Qué podemos esperar de la colaboración público-privada? ¿A cuántas personas desempleadas pueden atender los SPE con los recursos disponibles? ¿Deben establecerse colectivos preferentes? En caso afirmativo, ¿quiénes son?

Cada uno de los artículos que conforman este número da una imagen de los servicios públicos de empleo. Todas las contribuciones están basadas en evidencias que ponen de manifiesto el papel que los SPE juegan en el mercado de trabajo, señalando tanto los aspectos positivos como los que son susceptibles de mejora.

La presentación de Ekonomiaz se ha celebrado en el salón de actos de Lanbide (Servicios Centrales) de Vitoria-Gasteiz, y en ella han participado: Jordi Campàs, Director de Economía y Planificación; Begoña Cueto, coordinadora del monográfico, Javier Ramos, responsable del gabinete técnico de Lanbide y Borja Belandia, Director General de Lanbide. La Directora de Empleo e Inclusión, Amaia Arteaga,  también ha acudido al acto.

 El número 93 de Ekonomiaz se estructura en cuatro partes. En el primer bloque, dos trabajos permiten establecer el marco y contexto jurídico sobre el que se han desarrollado los cambios en el modelo de colocación español, junto a un análisis de los distintos métodos de búsqueda de empleo y el papel que desempeñan los SPE. El segundo apartado lo forman cuatro trabajos de evaluación, dos de ellos basados en datos de tipo administrativo y otros dos en encuestas sobre la orientación laboral.

El tercer bloque lo integran dos trabajos descriptivos del funcionamiento de los Servicios Públicos de Empleo, correspondiendo el primero a Euskadi y el segundo a América Latina y el Caribe. Finalmente, el monográfico se cierra con una aportación sobre cómo puede ser el futuro de los Servicios públicos de Empleo en Europa.

 Marco jurídico:

Gemma Mª Sobrino abre el monográfico con un artículo en el que nos sitúa en el marco jurídico del Servicio Público de Empleo y los cambios habidos durante los últimos años que han transformado el modelo de colocación español. La apertura en el ámbito de la intermediación laboral que se inicia tímidamente en 1994 culmina en 2010 con la legalización de las agencias de colocación, tanto públicas como privadas y tanto con ánimo de lucro como sin él. Se consigue, por tanto, jurídicamente, que los agentes de intermediación privados puedan trabajar en el mercado de trabajo español. Sin embargo, el artículo pone de manifiesto la falta de un desarrollo reglamentario que resuelva las dudas y los vacíos jurídicos en aspectos como, por ejemplo, el registro de ofertas y demandas.

Por otra parte, del análisis de la legislación relacionada con las agencias de colocación privada surgen dudas respecto a su papel. Así, la autora reconoce el riesgo de que los servicios públicos de empleo deleguen ciertas actividades en las agencias privadas, de forma que, en lugar de una colaboración entre intermediarios, se produzca un reparto de funciones. En resumen, a pesar de las novedades introducidas en los últimos años, sigue faltando una normativa clara que regule la colaboración público-privada.

 Métodos de búsqueda de empleo y papel de los SPE:

Begoña Cueto y Patricia Suárez estudian el papel que el SPE juega como método de búsqueda de empleo. En el ámbito europeo, las autoras ponen de manifiesto la existencia de diferencias relevantes entre países, es decir, de distintos modelos. Así, en algunos casos, el SPE constituye el principal método de búsqueda (Bélgica, Alemania, Lituania y Suecia). Sin embargo, en la mayoría, los métodos más utilizados son la consulta a amigos, familiares, sindicatos, etc., el análisis de anuncios y el contacto directo con empresas. Es decir, los métodos informales se utilizan más que los formales en la mayoría de los países de la UE.

En el caso de España, el examen de los microdatos de la Encuesta de Población Activa pone de manifiesto el desigual perfil de los usuarios de los distintos métodos. Así, las oficinas públicas de empleo son más utilizadas por personas de mayor edad y con menor nivel educativo, mientras que a las oficinas privadas de empleo tienden a acudir personas jóvenes y con alto nivel de cualificación. Este resultado plantea preguntas de interés sobre el papel que deben jugar los servicios públicos en el proceso de búsqueda de empleo de las personas desempleadas.

Evaluación:

Joan Antoni Alujas estudia la actividad intermediadora del SPE desde un punto de vista regional. La explotación de los datos de colocaciones de la Estadística de Empleo del SEPE permite calcular tres indicadores de rendimiento de la intermediación laboral: la tasa de registro, la cuota de mercado y la tasa de éxito. Dado el contexto de descentralización de las políticas activas de empleo, el interés del análisis regional de los datos reside, principalmente, en su relación con la situación de los mercados de trabajo a dicho nivel.

Para el periodo 2007-2016, los datos muestran diferencias relevantes en la actividad de intermediación entre las comunidades autónomas. Si bien la cuota de mercado se puede calificar como baja en todas ellas, Extremadura se sitúa muy por encima de la media, y en el extremo opuesto estarían Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Navarra. No obstante, hay rasgos comunes respecto a su evolución en el tiempo. Así, se registra una disminución de la cuota de mercado entre 2007 y 2012 en todas las comunidades autónomas excepto en Andalucía y Cantabria. En el periodo 2012-2016 la cuota de mercado se incrementa ligeramente en la mayoría de las comunidades autónomas, destacando Castilla-La Mancha y Castilla y León. Cabe destacar las conclusiones del autor respecto a que una de las principales razones de la escasa eficacia de los SPE, en términos de cuota de mercado, estaría relacionada con su limitado uso por parte de los empresarios a la hora de cubrir una vacante, que confían más en Internet como método de búsqueda de candidatos, en las agencias privadas de colocación y en las empresas de trabajo temporal a la hora de responder a las necesidades de las empresas. Además, el perfil del usuario de los SPE, muy sesgado hacia los colectivos con más dificultades en el mercado de trabajo, influiría negativamente en la percepción que tienen los empresarios sobre los propios SPE.

Dario Sciulli y António Gomes de Menezes nos ofrecen un ejemplo de cómo evaluar la actividad de los servicios públicos de empleo a nivel de oficina. Como en el caso español, en Portugal las oficinas de empleo constituyen el núcleo de la política de empleo. El uso de microdatos a nivel de oficina permite analizar la duración de los episodios de desempleo de los parados registrados y sus probabilidades de incorporación al mundo laboral.

Los resultados muestran la existencia de importantes diferencias geográficas, de forma que las oficinas situadas en el norte y en el área de Lisboa presentan mejores indicadores que las del sur y el área central. La disponibilidad de datos a nivel de oficina permite explicar la heterogeneidad de los indicadores obtenidos en función de las diferencias en el registro de vacantes, la rigidez de los mercados locales de empleo, la proporción de trabajadores cualificados o las actividades económicas que caracterizan la zona.

Un resultado a destacar es que las oficinas de empleo funcionan mejor con trabajadores no cualificados, con quienes no tienen experiencia laboral y con jóvenes.

En estos casos la actuación de las oficinas contribuye a mejorar sustancialmente sus probabilidades de empleo, lo que sugiere que los SPE son un instrumento de política de empleo muy relevante para colectivos con problemas graves de empleabilidad.

José Luis García-Hernández y Alejandra Cortés-Pascual estudian el papel de la orientación laboral en el marco de los Servicios Públicos de Empleo, a partir de un análisis cualitativo basado en entrevistas a expertos en el tema. Una conclusión de este trabajo es que la confianza en la orientación laboral como política de empleo choca con la falta de estrategia a largo plazo y de recursos en un momento en que el crecimiento del desempleo desborda el sistema.

Asimismo, se echa en falta un sistema de evaluación que priorice una adecuada atención a las personas desempleadas en lugar de poner el énfasis en la asignación de fondos. En definitiva, la confianza «teórica» en el papel de la orientación tiene que hacer frente a una realidad en la que las urgencias del día a día retrasan una toma de decisiones sosegada. Como señalan los autores, el mayor número de referencias de la investigación se relaciona con las deficiencias en la orientación en los SPE, pero también hay un buen número de propuestas para mejorar el servicio. A pesar de las dificultades, se apuesta por la orientación como política activa de empleo.

José A. Climent y Yolanda Navarro realizan una evaluación de la autopercepción de una muestra de personas desempleadas sobre la orientación laboral recibida. La investigación se llevó a cabo en un Centro de Orientación Laboral de Huelva, dependiente del Servicio Público de Empleo de Andalucía (SAE). Entre los resultados cabe señalar que las personas que formaron parte del estudio tienen unas expectativas que podemos calificar como «realistas» de lo que les puede ofrecer la orientación laboral, de forma que no creen que les proporcione un acceso directo al empleo, pero tampoco se resta valor a su importancia.

La percepción que tienen sobre el cometido de los servicios de orientación es la de proporcionar información relevante sobre el mercado de trabajo y sobre cómo buscar empleo. Por otra parte, existen diferencias en las expectativas de quienes acuden voluntariamente a este tipo de programas frente a quienes acuden condicionados por el cobro de algún tipo de ayuda. Este segundo grupo es escéptico respecto a la efectividad de la orientación y no muestra interés por la misma. En resumen, los usuarios de las acciones de orientación laboral tienden a valorar positivamente las mismas, destacando una percepción de aumento de su empleabilidad.

 Experiencias concretas:

Javier Ramos expone la experiencia del País Vasco con una amplia descripción de las actividades que se llevan a cabo en LANBIDE, principal instrumento gestor de la política de empleo del Gobierno Vasco. Una de las particularidades a destacar es que, además de las prestaciones ligadas al empleo, también gestiona la Renta de Garantía de Ingresos y la Prestación Complementaria de Vivienda.

Esta iniciativa resulta de gran interés, más aún en un momento como el actual, de discusión sobre el papel que pueden jugar las rentas mínimas o las rentas básicas y su integración con los instrumentos existentes. Por otra parte, el modelo expuesto constituye un ejemplo de cómo utilizar la información disponible en los propios servicios públicos de empleo para adaptar, mejorar y adecuar los programas a los cambios económicos y sociales que se van produciendo.

Elva López ofrece un panorama de los servicios de mercado de trabajo en América Latina y el Caribe. La implementación de políticas activas de mercado de trabajo en este territorio es reciente, lo que explica la relativa escasez de información sobre los programas que se desarrollan y sus características. Hay que tener en cuenta que el mercado de trabajo en América Latina se está transformando, de manera que aumenta el empleo cualificado y de calidad, si bien a un ritmo lento. Así, el porcentaje de empleo informal supone casi la mitad del empleo no agrícola.

En este contexto, el papel que desempeñan los SPE es limitado y los recursos públicos que tienen asignados son relativamente escasos. Además de hacer frente al desempleo, el tránsito al empleo formal es un objetivo clave para los servicios del mercado de trabajo en los países de América Latina y el Caribe. Por ello, las reformas se han centrado en fortalecer y mejorar su eficiencia, en lugar de crear nuevos marcos institucionales. El artículo describe las características de los programas creados a lo largo de las últimas décadas en la región, utilizando información procedente del Compendio de políticas del mercado de trabajo de la OIT. Se concluye que la gran mayoría de las intervenciones tenían como objetivo la mejora de la eficiencia en la gestión del sistema de intermediación laboral (la incorporación de nuevas tecnologías de información y extensión de la cobertura), quedando pendiente la reestructuración y reforma institucionales.

Finalmente, María Salas hace un recorrido por el sistema de regulación jurídica comunitaria e internacional (OIT) a lo largo de los años, para concluir con lo que podría ser el futuro próximo de los Servicios de Empleo en Europa. En el marco de la Estrategia Europa 2020, los SPE deben desarrollar estrategias que acompañen a las personas trabajadoras en un entorno de aprendizaje permanente, flexibilidad y adaptabilidad. Así, han pasado de ser instrumentos de registro e intermediación a convertirse en una puerta al empleo y al Estado de Bienestar. De la misma forma, la Comisión Europea, la OCDE y la OIT estudian los diferentes modelos de SPE para adaptarlos a las necesidades de los mercados de trabajo.

La autora explica estos modelos en función del grado de autonomía de los SPE, de la naturaleza jurídica de la relación con el usuario, del papel de otros actores (agencias de colocación privadas, ETT) y de la capacidad de control, seguimiento y organización. En todos los casos la gobernanza tiene un papel principal. En definitiva, cabe señalar que la coordinación de los SPE a nivel europeo constituye un reto, en un entorno cambiante, y a la vez puede ser un incentivo para lograr los objetivos de la Estrategia Europa 2020.

En el apartado de Colaboración especial se presenta un trabajo de Iker Larrea, Ibon Galarraga y Kepa Soláun donde ofrecen una panorámica sobre las «Finanzas del Clima», un término que hace referencia a la necesidad de dotar de recursos financieros a la lucha contra el cambio climático, tanto en su vertiente de mitigación como de adaptación. Desde un punto de vista práctico, las finanzas del clima se relacionan con la progresiva incorporación de la dimensión climática en el sistema financiero, mediante la creación de determinados productos «verdes», o la inclusión de los riesgos climáticos en las obligaciones a la hora de realizar informes financieros.

 

 

 

 

Vitoria-Gasteiz, 20 de julio de 2018