Jon Darpón: "La integración de la sanidad penitenciaria en Osakidetza ha permitido dar a las personas privadas de libertad la misma atención de calidad que al resto de la ciudadanía vasca"

11 de abril de 2018

El consejero de Salud destaca que estamos ante una realidad consolidada que redunda en beneficio de la población reclusa, al tiempo que reclama la transferencia de la competencia de prisiones

En 2017 se prestaron más de 58.000 atenciones a las más de 1.200 personas internas en los 3 centros penitenciarios  de la CAE

 

“La integración de la sanidad penitenciaria en Osakidetza es una realidad consolidada que ha permitido ofrecer a las personas privadas de libertad la misma atención de calidad que al resto de la ciudadanía vasca”. Así lo ha asegurado el consejero de Salud del Gobierno Vasco, Jon Darpón, en su comparecencia ante la comisión de Salud del Parlamento Vasco, donde ha explicado la evolución de la atención sanitaria desde que hace ahora seis años se hiciera efectiva la competencia en ese ámbito.

El consejero Jon Darpón, al que han acompañado el doctorAntonio Arraiza, responsable del Plan del Sida y otras enfermedades de transmisión sexual y también de la sanidad penitenciaria de la CAV, y el doctor Lorenzo Isusi, jefe de la unidad de atención primaria del centro penitenciario de Basauri, ha constatado además que el actual momento de consolidación se está viendo favorecido por los avances que se están produciendo en Osakidetza.

En este sentido, subrayaba que pasos adelante como el desarrollo de la historia clínica electrónica, las nuevas tecnologías, las consultas no presenciales o la telemedicina “están cambiando sustancialmente la forma de gestionar el sistema sanitario. De ahí que sea tan importante que la sanidad penitenciaria esté integrada en la atención sanitaria comunitaria, porque sólo de ese modo podrá verse beneficiada por todos los avances registrados en la sanidad”, ha indicado.

Hay que recordar que Euskadi es la única comunidad del Estado que ha llevado a cabo este proceso de integración, que ha acometido teniendo en cuenta en todo momento las especificidades propias de la sanidad penitenciaria, entre las que apuntaba las siguientes:

• Una mayor prevalencia de la enfermedad mental, que afecta hasta un 50% de los internos, y de enfermedades transmisibles como el VIH, la hepatitis B y C, y la tuberculosis.
• Una mayor prevalencia de adicciones y trastornos por uso de sustancias tóxicas.
• La existencia de procedimientos médico-legales específicos de la sanidad penitenciaria.
• El aislamiento  en el que tradicionalmente se venía desarrollando la actividad sanitaria penitenciaria respecto al sistema comunitario, lo que conllevaba consecuencias negativas claras, como la falta de información clínica compartida, con los consiguientes problemas en la atención al paciente: duplicidad de pruebas, problemas en la prescripción, etc.

Según los datos aportados en la comparecencia, en 2017 se prestaron un total de 58.028 atenciones a las 1.266 personas internas en los 3 centros penitenciarios de la CAE.

En todos esos centros penitenciarios, además de la Atención Primaria, Osakidetza presta una amplia cartera de programas y servicios especializados, entre ellos:

 

 

Vitoria-Gasteiz, 11 de abril de 2018