Departamento de Cultura y Política Lingüística

El Consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, destaca que Euskaraldia debe ser un "acicate" para consolidar el uso del euskera en la administración y para avanzar en la garantía de los derechos lingüísticos (Consejo de Gobierno 27-11-2018)

27 de noviembre de 2018

Según ha recordado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, las instituciones vascas “todavía no son capaces de responder, en todos los casos, en la lengua de elección de la ciudadanía”

El Consejo de Gobierno ha mostrado en su reunión de hoy su adhesión a la iniciativa Euskaraldia, que pretende impulsar la activación de las y los vascohablantes incidiendo en el cambio de los hábitos lingüísticos. El consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria ha participado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno –reunión que, como es habitual, se ha desarrollado fundamentalmente en euskera– y ha indicado que  Euskaraldia “debe ser un el acicate para la Administración” que sirva para “dar nuevos pasos en la garantía de los derechos lingüísticos de la ciudadanía”. “El nivel de conocimiento y uso del euskera en las administraciones vascas es alto, sobre todo entre las y los jóvenes; sin embargo, todavía no tenemos la capacidad de responder en todos los casos en la lengua que elige la ciudadanía. Debemos mejorar y Euskaraldia puede ayudarnos en esa labor”, ha señalado.

Zupiria ha hecho una radiografía de la situación actual del euskera en las administraciones vascas, acompañado del consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno y portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka; el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu; y la directora de Emakunde, Izaskun Landaida. Así, el consejero ha recordado los datos de la Evaluación final del Plan general para la normalización del uso del euskera del Gobierno Vasco para el V. Período de Planificación (2013-2017), un trabajo que midió los comportamientos y características lingüísticas de 323 entidades y 38.000 empleados y empleadas públicos (las y los trabajadores de la administración afectados por el Decreto 86/1997). La evaluación recogió una muestra de 1.800 trabajadores y trabajadoras, así como la la respuestas de 203 representantes de diferentes entidades. Basándose en esos datos, Zupiria ha explicado las líneas de actuación del Gobierno Vasco para fortalecer el euskera en la Administración.

Contexto de las administraciones vascas

Según esta evaluación, en lo que respecta a las relaciones con la ciudadanía, de entre las y los ciudadanos que se dirigen por escrito a la Administración un 30% lo hace en euskera o utilizando ambas lenguas oficiales; y este porcentaje aumenta cuando la comunicación es presencial (hasta un 38,1%) o telefónica (hasta un 36,3%). Asimismo, este informe refleja la influencia que tiene la lengua utilizada por las y los trabajadores a la hora de dirigir sus primeras palabras a la ciudadanía tanto en las relaciones presenciales como en las telefónicas. “En el caso de las y los trabajadores que utilizan siempre el euskera a la hora de expresar sus primeras palabras, las conversaciones han terminado siendo en lengua vasca en el 48,3% de los casos y en ambas lenguas oficiales en un 14,4%. En las relaciones telefónicas, los datos resultan aún más significativos. Por lo tanto, hay que destacar la importancia que tiene el comportamiento lingüístico de las y los trabajadores. Euskaraldia puede contribuir a modificar esos comportamientos y a que las y los trabajadores públicos se conciencien”, ha señalado.

Zupiria, no obstante, ha reconocido que las administraciones vascas no siempre tiene la capacidad para responder en la lengua de elección de la ciudadanía. En el caso de las comunicaciones escritas, en la mayoría de los casos se les responde en la lengua de su elección, pero no siempre (en 9 de cada 10 casos es así; por lo tanto, las administraciones vascas responden en castellano una de cada diez veces a la ciudadanía, a pesar de que la opción haya sido ser atendido/a en euskera); en las relaciones presenciales, cuando la ciudadanía elige el euskera, de cuatro veces se les contesta tres en euskera (en una cuarta parte de los casos no se les responde en el idioma de su elección).

“Estos datos nos muestran que la ciudadanía vascohablante utiliza el euskera al dirigirse a la administración y eso significa que confía en que la Administración va a poder contestarle en euskera. Teniendo en cuenta el número de euskaldunes en nuestra comunidad, este dato sobre la utilización del euskera es significativo. Sin embargo, según estos datos, la Administración debe continuar trabajando para garantizar los derechos lingüísticos de toda la ciudadanía. De hecho, según la Ley, la ciudadanía tiene derecho a elegir la lengua oficial con la que vaya a comunicarse con la Administración, y esta última tiene el deber de cumplir ese derecho”, ha explicado Zupiria.

En cuanto a las relaciones entre las y los trabajadores públicos, el consejero ha recordado que existe una gran diferencia entre la lengua escrita y oral. En las comunicaciones escritas entre las  y los trabajadores predomina el castellano, pero en el uso oral la utilización del euskera es mayor que en las relaciones con la ciudadanía. Un 41,5% de las reuniones entre trabajadores se realiza en euskera o en ambas lenguas; cuando asisten representantes políticos las reuniones en euskera alcanzan un 46,5%. En cuanto a la comunicación escrita a nivel interno, un 39,5% de los documentos informales se realiza en euskera o de forma bilingüe, y en el caso de los documentos oficiales un 55,3% se realizan en euskera o de forma bilingüe. 

Margen de mejora

El Consejero ha destacado que ha habido una evolución positiva en cuanto al uso del euskera en las administraciones vascas y ello, según ha explicado, tiene una relación directa con el gran aumento del nivel de conocimiento. En la actualidad, un 71% de las y los trabajadores tiene una competencia lingüística mayor o menor en euskera y, por lo tanto, están capacitados también para utilizar el euskera como lengua de trabajo. Ese porcentaje, sin embargo, era mucho menor en el año 1990: un 23,5%. Ese gran aumento del conocimiento del euskera está por encima de la influencia de los perfiles lingüísticos, ya que a un 40,8% del total de las y los trabajadores públicos de las diferentes administraciones vascas no se le exige acreditar ningún perfil lingüístico.

Ante este contexto, el consejero ha recordado las prioridades del Gobierno Vasco de cara a impulsar el euskera en la Administración:

  • El personal que desempeñe un puesto de trabajo que requiera el euskera deberá estar preparado para utilizar ambas lenguas oficiales, siguiendo lo establecido en los planes de uso y con la ayuda de las instituciones.
  • Las administraciones deberán prestar ayudas al personal que vaya a utilizar el euskera como lengua de trabajo con el fin de que puedan capacitarse debidamente.
  • Con el fin de impulsar las comunicaciones en euskera, se buscarán circuitos para el uso interno del euskera como lengua de trabajo y se promocionará el uso del euskera en las relaciones entre las distintas administraciones.
  • En este período de planificación han de priorizarse las comunicaciones orales, sin obviar las comunicaciones escritas.
  • Los criterios de uso de las lenguas oficiales son fundamentales para la normalización del euskera, en cuanto que constituyen la base tanto del plan como de los pasos a seguir. Con el fin de que la administración lleve a cabo su actividad en ambas lenguas oficiales resulta crucial que todo el personal, así como cada unidad y departamento, sepa cuáles son las situaciones en las que debe utilizar ambas lenguas oficiales.
  • Teniendo en cuenta que en los próximos años son muchas las personas jóvenes que van a acceder a trabajar en la administración, los protocolos serán una herramienta fundamental para utilizar el euskera como lengua de trabajo de manera natural.
  • Todos los órganos de contratación necesariamente deberán introducir las cláusulas lingüísticas a la hora de formalizar los contratos, y deberán tomar medidas en caso de que no se tomen en cuenta.