El Consejero Azpiazu clausura la Conferencia Open Banking Bilbao. "Banca Abierta, La revolución del sector financiero"

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20 de junio de 2018

Intervención

CONSEJERO DE HACIENDA Y ECONOMÍA

CLAUSURA DE LA CONFEFERENCIA OPEN BANKING

20 de JUNIO de 2018. Bilbao.

 

 

Muy buenos días a  todos.

Quiero agradecer a los organizadores su invitación a realizar la clausura de esta conferencia Open Banking Bilbao y también la  aportación que con ella realizan al mejor conocimiento de lo que todo este movimiento representa.

No cabe duda de que 2018 ha sido el año en que ha estallado un cambio importante en el mundo de la banca. Les confieso que como observador interesado me está costando seguir su desarrollo ya que nos obliga a realizar un esfuerzo incesante de puesta al día.

Este es, en efecto, el año en el que hemos descubierto las fintech, en el que hemos tenido ocasión de conocer de primera mano algunas experiencias como la de Fintonic, que se ha presentado también aquí, y en el que nos hemos enterado de lo que son las API (o interfaces de programación de aplicaciones). También las claves de regulación que han desatado todo este movimiento, la European General Data Protection Regulation (GDPR) y la Payment Services Directive (PSD2).

Porque ha sido el regulador el que ha acabado con la placidez con la que todavía hace un año los bancos mejor establecidos contemplaban el incipiente desarrollo de las start up tecnológicas del sector.

Las claves de todo este movimiento son privacidad, competencia y seguridad, valores que la regulación se esfuerza en promover o proteger.

La privacidad mediante las clausulas “opt in”, es decir la autorización expresa de los consumidores para compartir su información y recibir comunicaciones.

La competencia mediante la obligatoriedad de que los bancos abran sus datos y capacidades de pago a terceras partes que cuenten con el consentimiento del usuario;

y la seguridad posibilitada por la tecnología, que es la tercera pieza indispensable para hacer viable todo lo anterior.   

El resultado de todo ello es la aparición de un gran número de servicios que son de valor y utilidad para los consumidores. En principio vemos agregadores de contenidos que sintetizan toda la información financiera en un cuadro de mando, pero de ahí se siguen las posibilidades de búsqueda y contratación de los mejores productos, la realización de pagos, cuando no finalmente que esas nuevas tecnológicas se transformen en bancos con todas las de la ley como ha sucedido con la sueca Klarna.

El hecho de que algunas investigaciones de opinión digan que los consumidores confían más en Pay Pal que en su banco minorista puede ser revelador y muestra que el tema de la confianza es el otro gran valor que deberán poner en juego las entidades para competir.

De lo que no cabe ninguna duda es de que como nos recordaba el presidente de BBVA hace unos días, en el Financial Times estamos ante un cambio completo de paradigma bancario en el que la tecnología y los datos son la base de los servicios dirigidos a mejorar la experiencia del consumidor.

Hoy día muchas entidades financieras tienden a considerar la tecnología y la digitalización como el aspecto más industrial de su negocio, en el que a pesar de no ejercer posiciones de liderazgo no aprecian desventajas competitivas siendo simplemente seguidores.

No lo sé; pero yo me pregunto si no estaremos subestimando el potencial disruptivo de este cambio de paradigma.

Pero más allá de la banca, hay que decir que este no es un cambio privativo de la misma sino que atañe a todas las formas de datos y en particular a aquellos gestionados, de forma a veces casi monopolística, por las plataformas digitales gigantes.

Los datos se han convertido en un input esencial para la competencia en todos los sectores de actividad y lo cierto es que de cara a ese alcance más general la regulación no ha avanzado mucho salvo en el tema de la Protección de Datos.

El Open data interpela también a la administración pública y en este sentido debo recordar que el Gobierno cuenta ya desde hace tiempo con una plataforma que no ha cesado de crecer en su contenido y en sus funcionalidades.

Para terminar estas breves palabras de clausura me gustaría referirme a la ciberseguridad que es un aspecto esencial de todos los desarrollos de los que estamos hablando.

He visto con satisfacción la presencia de representantes del Basque Cybersecurity Centre (BCSC) en esta conferencia. Creo que el Centro está desempeñando ya un importante papel en posicionar a Euskadi como un referente internacional en la materia y dinamizar a todos los agentes implicados; además de cumplir con su tarea de dar respuesta a los incidentes que se puedan producir.

Euskadi tiene como sociedad una posición avanzada en materia digital. Como ocurre también con los indicadores de innovación, no llegamos a posiciones de liderazgo en el entorno europeo, que en este caso corresponden a los países nórdicos. Pero sí estamos en una posición destacada como seguidores de esos países líderes y por delante de la gran mayoría.

A pesar de esa posición de privilegio tenemos algunas debilidades relativas que conocemos desde hace tiempo, como es el caso el uso de Internet en las familias y el comercio electrónico, en este último caso debido en parte a la falta de especialización en bienes de consumo.

Pero por el contrario, tenemos una buena posición en conectividad, en servicios públicos y en integración de la tecnología en la empresa, especialmente en lo que respecta a la compartición electrónica de información.

Pues bien, creo de esa fortaleza empresarial está emergiendo un polo de competitividad ligado a la ciberseguridad que es extraordinariamente importante. Tenemos capacidades tecnológicas, empresas punteras en servicios y un elenco de nuevas start up que están surgiendo, y ahora además contamos con el BCSC como dinamizador.

Hemos encontrado un nicho en el mundo digital en el que podemos jugar un papel de privilegio y un nicho que es estratégico para la competitividad de las empresas y para la innovación abierta. Estoy seguro de que en los próximos años seremos capaces de desarrollarlo y hacer de él una vibrante realidad.