El consejero Arriola participa en el Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea en Bruselas

5 de marzo de 2018

• Euskadi lidera este semestre la representación de las comunidades autónomas en los Consejos de Ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea 

• El Consejo de Ministros ha abordado el nuevo paquete de economía circular que ha propuesto la Comunidad Europea 

• El Diagnóstico sobre Economía Circular en la Industria vasca señala que el sector industrial de Euskadi consume 46,5 millones de toneladas de materias primas al año y genera el 72% de los residuos totales 

• El consejero Arriola considera que la transición hacia una economía más circular ofrece grandes oportunidades para Euskadi.

 Euskadi lidera este semestre la representación de las comunidades autónomas en los Consejos de Ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea. Por este motivo, el consejero de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda, Iñaki Arriola, ha participado hoy en el Consejo de Ministros celebrado en Bruselas que, entre otras cuestiones, ha abordado el nuevo paquete de economía circular propuesto por la Comunidad Europea y la posición común que las comunidades han alcanzado al respecto.

En este sentido, el consejero Arriola ha señalado que el consenso entre las comunidades ha sido amplio y rápido, ya que “existe una apuesta general y compartida por el desarrollo de la economía circular como factor de progreso sostenible, y además estamos convencidos del papel protagonista que en esta transición deben tener las regiones”. Se estima que una mejora de la eficiencia en el uso de los recursos de sólo un 1% supondría para las empresas de la Unión Europea un ahorro de 23.000 millones de euros y permitiría crear 200.000 empleos.

El consejero ha destacado el compromiso de Euskadi y en concreto del Departamento de Medio Ambiente con la economía circular, el ecodiseño y la ecoinnovación. “De hecho, -ha indicado- acabamos de concluir el Diagnóstico sobre Economía Circular en la Industria vasca,  en el que se pone de manifiesto que el sector industrial de Euskadi consume 46,5 millones de toneladas de materias primas al año y genera el 72% de los residuos totales, de los que un 42% acaban en vertedero, aspectos ambos que suponen una pérdida de competitividad de la economía vasca”.

El Diagnóstico sobre Economía Circular en la Industria Vasca señala además que las materias primas representan en las empresas de Euskadi un 61% del coste de los bienes producidos y que la adopción de soluciones innovadoras más circulares supondría un ahorro potencial medio alcanzable del 6% del consumo de dichas materias primas, lo que supondría un ahorro anual de 2.000 millones de euros. Sobre todo concentrado en los sectores del metal y de la movilidad, que acumularían el 49% de ese ahorro potencial.

El Departamento de Medio Ambiente considera que la transición hacia una economía más circular ofrece grandes oportunidades para Euskadi. Las expectativas de crecimiento en los mercados son mayores para los productos o negocios de economía circular que para los productos tradicionales. Tanto es así que para 2025 las empresas vascas esperan un incremento de hasta del 46% en las ventas previstas de productos más “verdes”.

El consejero Arriola ha afirmado que para esta transición “contamos ya con el compromiso de buena parte del sector industrial vasco, como lo demuestran las más de 150 empresas que ya están operando en materia de economía circular, con una facturación de 2.800 millones de euros en productos que incorporan criterios de economía circular y de análisis de ciclo de vida. Tampoco es casualidad que en Euskadi se concentre el 50% de las certificaciones en ecodiseño existentes en España”.

También ha señalado que en los últimos años que Euskadi dispone de un alto conocimiento en soluciones innovadoras, un mix de instrumentos públicos, una red de agentes especialistas y una cultura de colaboración público-privada muy asentada, quese están empleando a fondo para dirigir al tejido industrial vasco hacia este nuevo modelo de producción, porque como ha recordado “la apuesta por la sostenibilidad ha dejado hace tiempo de ser una opción para convertirse en una obligación con importante consecuencias medioambientales, sociales y económicas”.