Euskadi es hoy un país competitivo en el contexto europeo y mundial

27 de julio de 2017

INFORME ANUAL 2016

El Departamento de Hacienda y Economía ha presentado el Informe Anual 2016, en el que se recoge un extenso análisis de diferentes aspectos de la economía y del sector público vasco, en el que se puede observar que Euskadi es hoy un país competitivo en el contexto europeo y mundial. Es una economía con un alto nivel de PIB por habitante de en torno a 30.000 euros medidos en PPA de la UE15. El nivel es similar a la Europa avanzada, aunque países como Austria y Alemania están un 10% por encima y Estados Unidos un 30%, lo que indica que hay camino por delante. También hay una historia de éxito por detrás: en 1995 se encontraba en el 81% de la UE15 y se logró  converger en 2006; luego la Gran Recesión golpeó más fuerte, pero Euskadi se ha vuelto a recuperar. 

Algunos de los aspectos recogidos son:

 

RASGOS DE LA ACTIVIDAD Y EL EMPLEO

En un contexto de debilidad del crecimiento de la economía mundial (el 3,1% es casi el umbral por debajo del cual casi se puede hablar de recesión a escala global), la economía vasca ha venido acelerando su crecimiento por encima de las previsiones que se fueron formulando a lo largo de 2016 y en este año 2017.

Los llamados vientos de cola debidos a la reducción de los precios del petróleo y a una política monetaria expansiva que ha operado en el frente de los tipos (tipo 0, penalización de -0,4 en los depósitos), de la adquisición de activos (80.000 M€ y luego 60.000M€ mensuales) y de la refinanciación a tipos negativos (hasta -0,4) del crédito a empresas, ha tenido unos efectos decisivos en la eurozona, en la economía española y en la vasca.

Con un crecimiento del 3,1%, se supera la media de crecimiento de la expansión del presente siglo y se recupera el nivel de PIB que se tenía antes de la crisis. Una recuperación que ha tenido que esperar a mediados de 2017 en el caso de la economía española, pero que se produjo hace cinco años en el conjunto de la Unión Europea, lo que da idea de la intensidad con la que Euskadi ha sufrido la Gran Recesión.

El fuerte crecimiento se ha traducido en una alta creación de empleo, que en tasa anual y puestos de trabajo equivalentes ha alcanzado el 1,9%, lo que supone más de 16.000 empleos y acercarse a un volumen de ocupación de 900.000.

 

COMPETITIVIDAD: COSTES LABORALES Y PRODUCTIVIDAD EN EL CONTEXTO EUROPEO

El Informe Anual analiza la competitividad  a partir de los costes laborales, la productividad y los costes laborales unitarios. La experiencia vasca anterior a la crisis fue la de una economía cuya norma de costes y precios era el doble de la que impone el 2% de la Unión Monetaria, que sí fue seguida por el conjunto del área y llevada a la mitad por Alemania.

Los costes laborales de Euskadi por hora en PPA (Paridad de Poder Adquisitivo) son hoy de 25€ hora, similares a  Austria o la UE15, después de haber aumentado un 10% desde 2008, mientras que en la UE 15 han aumentado un 15%, un 17% en el conjunto de la UE, y algo más de un 20% en Alemania. Euskadi ha recuperado, por tanto, la competitividad perdida frente a la Europa avanzada que representa el club de los 15.

Euskadi, con 41€ hora, ha recuperado algo de terreno en productividad horaria hasta igualarse también a la UE 15 y a Austria. Queda camino para alcanzar a Alemania con 45€ o Estados Unidos con 47€, pero se encuentra claramente por encima de los 36€ de España y la UE y de los 26€ de la República Checa.

El concepto de costes laborales nominales unitarios (CLUn), que precisamente resulta de combinar esos dos conceptos de costes laborales nominales y productividad real, dice que la economía vasca ha venido mejorando y que su nivel actual está muy cercano al de Alemania, Austria o la UE 15. Aunque es cierto que España y todavía más la República Checa tienen una ventaja clara.

La distribución del valor añadido indica que el componente salarial ha perdido peso y que se encuentra entre el 58% y 59%, y entre dos y tres puntos menos que la mayoría de países, incluyendo Estados Unidos, la Europa avanzada y el conjunto de la misma.

 

SECTOR PÚBLICO: PRESIÓN FISCAL, CONSOLIDACIÓN Y ESTABILIDAD

La recaudación por tributos concertados continuó la evolución positiva de los tres años anteriores y en 2016, con 12.951 millones de euros, se consiguió un incremento del 2,7%, ligeramente superior al 2,4% del año precedente. A diferencia de los ejercicios anteriores, el aumento de la recaudación de 2016 se basó en un mejor comportamiento de la imposición directa, que aumentó un 3,5%, frente a una imposición indirecta que obtuvo un resultado más modesto (2,3%).

El principal tributo directo, el IRPF, moderó su avance, desde el 5,9% de 2015 hasta el 4,1% de 2016. Este incremento se basó en la evolución del componente con mayor peso recaudatorio dentro del impuesto, es decir, de los rendimientos del trabajo, que avanzaron un 2,8%, reflejo, por un lado, de la mejora gradual del mercado laboral y, por otro, del ligero incremento conseguido por los salarios.

En 2007 los ingresos por IRPF representaban el 6,3% del PIB, en 2015 su peso se incrementaba hasta el 6,8%. En España, sin embargo, dicho dato ha pasado del 7,5% en 2007 al 7,4% en 2015. En la eurozona, el peso de los ingresos por IRPF con respecto al PIB también creció entre 2007 y 2015, pasando de un 8,5% a un 9,3%.

Por su parte, el impuesto de sociedades redujo su recaudación un 3,5%, a pesar de que evolucionó positivamente en los últimos meses, a raíz de los ingresos realizados en concepto de entregas a cuenta por las entidades sometidas a normativa de régimen común. Por lo que respecta a la evolución del impuesto de sociedades, su peso en términos de PIB se ha visto reducido, pasando de unos ingresos equivalentes a un 3% del PIB en 2007 a un 1,5% en 2015. Esta caída de

un 50% de su peso también se ha producido en España, donde pasa de un 4,8% en 2007 a un 2,4% en 2015. Por su parte, la eurozona ha experimentado igualmente una pérdida de peso de los ingresos por el impuesto de sociedades, aunque de menor intensidad. Así, mientras que en 2007 su peso era del 3,2% del PIB, en 2015 ese peso descendió al 2,5%.  Una parte considerable de esta caída se explica por las pérdidas que han tenido las empresas durante la crisis y ahora están compensando.

En lo referente al IVA, el peso de los ingresos en términos de PIB en Euskadi es el mismo en 2007 y en 2015, un 7,2%. No obstante, durante el periodo de crisis, la caída del consumo llegó a situar su peso en el 6% del PIB, en 2009. Un dato que contrasta con el de España y el de la eurozona. Así, en España, el peso de los ingresos por IVA representaba un 5,9% en 2007, incrementándose hasta un 6,5%, siempre por debajo del peso en Euskadi. Mientras, en la eurozona, su evolución apenas se ha visto alterada durante el periodo 2007-2015, pasando de un 6,7% del PIB en 2007 a un 6,8% en 2015, por debajo también de los niveles de Euskadi.

Como en anteriores episodios de consolidación fiscal, la carga la ha llevado en buena parte la inversión, sobre todo si se descuenta la encomienda de gestión de la Y griega ferroviaria. El otro peso del ajuste han sido las rentas salariales individuales.

A pesar de la situación de déficit del Gobierno, el conjunto de la Administración Autónoma goza de una posición de casi equilibrio, pues la necesidad de financiación ha sido del -0,1 en los dos últimos años, gracias al superávit de las Diputaciones Forales y las Corporaciones Locales.

El informe pone de manifiesto que dado que el potencial de crecimiento a largo plazo de la economía vasca se estima en el 2%, en estos momentos tenemos una brecha de producción positiva: esto es, crecemos claramente por encima del potencial a medio y largo plazo.

 

FINANCIACIÓN

Entre 1995 y 2010 se duplicó el peso del crédito en la economía: para generar el mismo producto se llegó a precisar del doble de crédito. Desde aquel valor máximo del 128% se ha producido un desendeudamiento, que en 2016 cierra en el 100% del PIB.  Este proceso se debe al comportamiento de familias y empresas porque el crédito al sector público casi se ha duplicado hasta representar el 10% del PIB.

El endeudamiento del Gobierno Vasco alcanzó a finales de 2016 el valor de 8.765 millones. Su máximo lo alcanzará en 2017 con un 14,7% del PIB, para todo su perímetro de consolidación, que es algo mayor a la parte del Gobierno. A partir de ahí descenderá hasta llegar al 13,2% en 2020, lo que significa que Euskadi estará ya virtualmente dentro de la referencia de la legislación de estabilidad.

El crédito al sector privado ha comenzado a crecer moderadamente en 2016 (1,8%) tras un periodo de cinco años en valores negativos. Las familias han incrementado sus préstamos de vivienda en un significativo 10,3%, que se ha moderado tras el despegue del año anterior.

La fuerte caída del valor de la vivienda ha seguido lastrando el patrimonio total de las familias que ahora tiende al estancamiento. Pero éstas han reaccionado a la crisis duplicando su nivel de ahorro entre 2008 y 2016. Además, los niveles de desigualdad se han reducido considerablemente, de modo que ya casi han vuelto a los niveles previos a la crisis.