El Gobierno Vasco aprueba el VII Plan de Adicciones de Euskadi (Consejo de Gobierno 04-07-2017)

4 de julio de 2017

Disminuir en la mayor medida posible el consumo de sustancias adictivas y las adicciones comportamentales, y en consecuencia los efectos sobre la salud de las personas y sus familias, al igual que sobre la comunidad y la población en general, es el objetivo fundamental del VII Plan de Adicciones de Euskadi, cuyo lema es: “Arriskuei aurre eginez, Osasuna eraikiz”. 

El Consejero de Salud, Jon Darpón, ha comparecido hoy en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, para dar cuenta del contenido de este instrumento de planificación, ordenación y coordinación de todas las  estrategias e intervenciones que se desarrollan en Euskadi en materia de adicciones. 

Jon Darpón ha querido destacar que el Plan es fruto de un amplio y rico proceso participativo (más de 74 personas de diferentes instituciones y entidades), de elaboración y de posterior contraste, iniciado en el año 2015; siempre en línea con la Ley de Atención Integral de Adicciones y Drogodependencias (aprobada de facto por unanimidad en el Parlamento Vasco), con la Ley de Ordenación Sanitaria y con el Plan de Salud. 

Así, los principios que sustentan este VII Plan de Adicciones de Euskadi son el enfoque de Salud Pública y de Salud en todas las políticas; una visión integral de las adicciones; la consideración de las adicciones a sustancias, las comportamentales y las nuevas problemáticas; la intervención a tres niveles: persona, entorno social y comunitario, y contexto socioeconómico y político; la universalidad, la solidaridad y la equidad; y la sostenibilidad.  

A partir de esos principios, el VII Plan de Adicciones de Euskadi  delimita un total de 16 objetivos y 49 acciones, agrupados en 5 ejes prioritarios: 3 de ellos relativos a la promoción, prevención y educación; a la reducción de la oferta y la demanda; y a la asistencia sanitaria y sociosanitaria y la inclusión social; y otros 2 más transversales relacionados con el liderazgo y la coordinación; y con la gestión del conocimiento y la evaluación. 

EJE 1, PREVENCIÓN Y PROMOCION DE LA SALUD. Pretende impulsar la promoción de la salud y fomentar entornos, actitudes y estilos de vida saludables. Y a su vez potenciar los factores de protección, reducir la incidencia y la prevalencia de las adicciones y minimizar los factores y conductas de riesgo precursoras de las mismas. 

EJE 2, REDUCCIÓN DE LA OFERTA. Tiene como objetivo general limitar el acceso a sustancias y a actividades susceptibles de generar adicciones, reducir la tolerancia social frente a su consumo e impulsar el cumplimiento eficaz de la normativa vigente. 

EJE 3, ASISTENCIA SANITARIA Y SOCIOSANITARIA E INCLUSIÓN SOCIAL. Persigue como fin minimizar los riesgos y daños derivados de las adicciones y de conductas y consumos problemáticos y, a través de la red sanitaria y de servicios sociales de Euskadi, dar respuesta continuada, coordinada y eficaz a las necesidades asistenciales que implica el fenómeno de las adicciones. 

EJE 4, GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO Y EVALUACIÓN. Pretende avanzar en la investigación,  en la divulgación y en el conocimiento en materia de adicciones, sus causas y efectos, así como en la evaluación de los programas e iniciativas planteados en este ámbito.. 

EJE 5, LIDERAZGO Y la COORDINACIÓN. Busca seguir avanzando en un funcionamiento coordinado, cohesionado, eficaz y eficiente del sistema de agentes implicados en el ámbito de las adicciones.

Para asegurar el cumplimiento y la eficacia de esas medidas, se ha establecido un total de 33 indicadores, tanto de resultados, para medir y  cuantificar la mejora lograda, como de impacto, con el fin de evaluar periódicamente la implantación progresiva de las líneas trazadas.                         

EUSKADI  “NO PARTE DE CERO” 

Tal y como ha remarcado Jon Darpón, la promoción de valores, hábitos y estilos de vida saludables; la prevención; la reducción de riesgos; y la atención a personas con adicciones; constituyen una línea de trabajo asentada desde hace más de tres décadas en la acción de las administraciones vascas. Ello ha permitido que en la actualidad, 48 municipios de Euskadi dispongan de un plan de drogodependencias o lo hayan iniciado, y que el 85% de la población vasca viva en una localidad que cuenta con equipo de prevención o plan local de adicciones. 

En esa andadura, la aprobación, el pasado año, de la nueva Ley 1/2016, de 7 de abril, de Atención Integral de Adicciones y Drogodependencias, supuso todo un hito. Ahora, tras la creación, al amparo de esa norma, de la Comisión Interinstitucional de Adicciones y del Consejo Vasco de Adicciones, y una vez sometido el propio plan a la consideración de ambas instancias, el Consejo de Gobierno da luz verde al que es el séptimo Plan de Adicciones de Euskadi. 

Un plan, ha insistido el Consejero de Salud, que “no parte de cero, sino de una labor continuada, por parte de agentes sociales e instituciones, a lo largo de todos estos años”. Precisamente –decía- el diagnóstico sobre el que se ha elaborado este VII Plan se establece tras analizar las principales conclusiones de la evaluación de su predecesor, el VI Plan Vasco de Adicciones;estas son:  

-El trabajo en prevención de las adicciones y promoción de la salud es una de las principales herramientas para consolidar hábitos saludables y reducir los consumos y conductas de riesgo.

-Se ha reducido la incidencia del tabaquismo, por los importantes esfuerzos realizados en este ámbito, aunque es fundamental seguir trabajando y no bajar la guardia, para evitar dar pasos atrás.

-Sigue siendo preocupante el consumo intensivo de alcohol, muy especialmente el cambio de patrones entre las personas más jóvenes.

-A pesar de su reducción general, los consumos en Euskadi siguen a la cabeza de Europa, especialmente en el caso del alcohol, tabaco o cannabis, y se constata una baja percepción del riesgo, sobre todo en el caso del alcohol y del cannabis.

-Ante el ritmo acelerado con que nuevas sustancias ilegales irrumpen en el mercado, es preciso incidir en la vigilancia sobre su posible toxicidad.

-Asistimos a una emergencia de nuevas conductas y patrones asociados a las tecnologías digitales, también en lo relativo al juego, que apuntan a una necesidad de reforzar la prevención en este campo.