Artolazabal detalla a Ehlabe y Berezilan las próximas iniciativas del Gobierno Vasco en materia de promoción del empleo para personas con discapacidad

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14 de julio de 2017

  • Próximo  decreto regulador de los programas y políticas activas de empleo para personas con discapacidad
  • En Euskadi hay 82.400 personas con discapacidad en edad laboral de las que 66.000 tienen una discapacidad y 16.400 una incapacidad permanente homologable
  • En los Centros Especiales de Empleo vascos trabaja el 12% (8.629) de las personas con discapacidad empleadas en el Estado
  • “Es preciso implementar mejoras en el actual Programa de Empleo para apoyar a las personas con discapacidad con especiales dificultades de empleabilidad”

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La Consejera de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, el viceconsejero de Empleo y Juventud Marcos Muro, y el director general de Lanbide Borja Belandia han mantenido esta mañana un encuentro con los responsables de Elhabe-asociación para la Inclusión de personas con discapacidad, Txema Franco y Pablo Moratalla, y de Berezilan-Asociación Empresarial de Centros Especiales de Empleo, Javier Larrañaga y Xabier Iraragorri, a quienes han comunicado la base de un próximo decreto regulador de los programas y políticas activas de empleo para personas con discapacidad, solicitado por el colectivo.

Según ha explicado la Sailburu Artolazabal, “hemos enumerado y desarrollado las líneas y propuestas más importantes que deberá incluir el próximo decreto y que marcan la regulación y consolidación de un programa de ayudas dirigido a empresas ordinarias para incentivar la contratación de personas con discapacidad y especiales dificultades de empleabilidad, ampliando la cobertura de ayudas a las empresas, también en algunos contratos temporales”.

 “También es preciso consolidar e implementar mejoras en el actual Programa de Empleo con apoyo con el objetivo de impulsar la labor de las Unidades de Empleo con Apoyo de las entidades de iniciativa social que redunden en la mejora en los apoyos de las personas con discapacidad con especiales dificultades de empleabilidad” ha detallado Artolazabal.

 Para la Consejera “es necesario consolidar los diferentes Programas dirigidos a los centros especiales de empleo, con nuevas medidas y recuperando otras encaminadas a priorizar al sector de iniciativa social para la mejora de la empleabilidad del colectivo de personas con discapacidad con mayores necesidades de apoyo”. Beatriz Artolazabal ha destacado el Programa de ayudas dirigidas al mantenimiento de puestos de trabajo de este colectivo, el Programa de inversiones a la generación de empleo, el Registro de inscripción de los centros especiales de empleo y las Unidades de Empleo con Apoyo.

Programas

El futuro decreto incorporará los diferentes Programas de Servicios de empleabilidad -orientación, centros de empleo, etc- decisivos para la adecuada gestión de los itinerarios sociolaborales de las personas con discapacidad.

 El responsable de EHLABE comparte la necesidad de desarrollar un registro vasco de centros Especial de Empleo “como instrumento necesario para regular la calificación e inscripción de los  mismos, en el marco de un “Decreto Regulador de los programas y políticas activas de empleo para personas con discapacidad” que defina un modelo que aglutine diferentes programas de inserción sociolaboral para el colectivo.

Por parte de BEREZILAN se ha presentado un informe sobre la “Revisión normativa de los Enclaves Laborales” en el que, entre otros temas se constata que la formación de personas trabajadoras y la sensibilización de las empresas favorecen ese tránsito que también impulsarían los denominados Enclaves Laborales que, hasta la fecha, habían tenido una escasa implantación, ya que el 84% de los Centros especiales de empleo no había realizado nunca un enclave.

Según han detallado los responsables de Berezilan “la figura del Enclave podría cumplir con tres objetivos fundamentales: favorecer el traspaso del empleo protegido al ordinario; permitir a los trabajadores con discapacidad que desarrollen su actividad laboral en un entorno real de mercado de trabajo plenamente competitivo, pero con el mantenimiento de determinadas garantías, completando, en todo caso, su práctica profesional y conseguir que la empresa en la que se realiza el enclave tenga un mejor conocimiento de las aptitudes reales de los trabajadores con discapacidad, como paso previo a su eventual incorporación a la plantilla de la empresa, y, en su caso, facilitar el cumplimiento de la obligación de la cuota de reserva”.

 Según los últimos datos disponibles (Informe ODISMET 2017, datos 2015), en Euskadi, hay 82.400 personas con discapacidad en edad laboral (entre 16 y 64 años), de las que 66.000 tienen una discapacidad y 16.400 una incapacidad permanente homologable.  De las 27.356 personas con discapacidad que trabajan en Euskadi, sólo el 31,5% (8.629) lo hace en la modalidad de centros especiales de empleo. El resto, 2 de cada 3 empleadas, trabajan bien en la empresa ordinaria, en empleo público o son autónomas.

 Euskadi, líder

En Euskadi, las personas con discapacidad tienen las tasas de actividad (39,4% vs 33,9% estatal) y de Empleo (33,2% vs 23,9% estatal) más altas del estado y la más baja de Paro (15,9% vs 31,0%). En los Centros Especiales de Empleo en Euskadi trabaja el 12% (8.629) de las personas con discapacidad empleadas en el Estado, que ascienden a 72.211, según los datos SEPE 2015. Es una cifra significativa considerando que en Euskadi vive únicamente el 4,64% (82.400) del conjunto de la población en edad activa oficialmente reconocida (1.774.000)

 En Euskadi, la iniciativa social ha promovido el 95% del conjunto del empleo generado en los centros especiales de empleo. De hecho, las 13 organizaciones miembro de EHLABE, emplean al 87% (7.472) del total del empleo en centros especiales existente en la Comunidad Vasca (8.629), por lo que su representatividad es cercana al 90% dada la concentración sectorial existente. Este buen posicionamiento del empleo de las personas con discapacidad en Euskadi, se alcanzó, a pesar de ser la última Comunidad en lograr la transferencia de las políticas activas de empleo.

Según Artolazabal “la política de empleo requiere de un liderazgo social que compete a las instituciones y adquiere gran relevancia, como parte de la estrategia de competitividad de nuestro país y por ser sus instrumentos esenciales para alcanzar un crecimiento económico sostenible y conseguir la estabilidad y cohesión sociales”.