Fecha de publicación: 24/04/2015

Se abre al público en Arditurri una mima romana de 2.000 años de antiguedad

La mina de Santa Bárbara se encontraba intacta desde que fue abandonada por los romanos. Después de una investigación compleja, que se ha saldado con descubrimientos sorprendentes, y gracias a la ayuda económica del Gobierno Vasco, la Fundación Arkeolan se ha encargado de hacerla accesible al público.


El director de Patrimonio Cultural del Gobierno Vasco, Imanol Agote, ha presentado esta mañana las actuaciones más sobresalientes realizadas en los últimos tres años, en un acto en el que también han participado representantes de la Diputación Foral de Gipuzkoa, del Ayuntamiento de Oiartzun y de la Fundación Arkeolan. Tras la presentación, se ha realizado una visita guiada a la mina Santa Bárbara.

En el año 2008 se abrió al público la mina grande de Arditurri con sus dos tipos de experiencias, la estándar y la de aventura, y el centro de interpretación. La oferta ha tenido gran éxito y las visitas se han consolidado, haciéndose un hueco en los circuitos de naturaleza y cultura. Esta oferta se ha visto mejorada y ampliada con un programa que se ha ejecutado durante los años 2012, 2013 y 2014. El programa se ha centrado en poner en valor elementos arqueológicos que refuerzan el atractivo de Arditurri, habiéndose actuado en:

- Habilitación de la mina de Santa Bárbara (o Arditurri 3): mina romana que se encontraba intacta desde que fue abandonada por los romanos, y magnífico ejemplo de ingeniería minera romana

- Puesta en valor de una balsa de decantación de mineral de época romana

- Descubrimiento, excavación y reintegración de las ruinas de una ferrería hidráulica medieval

- Programa de señalética del patrimonio

Mina de Santa Bárbara

Entre las acciones de mayor repercusión hay que citar los trabajos realizados en la mina de Santa Bárbara. Es una mina de factura romana en su totalidad que cuenta con una galería de prospección, abierta con una fuerte pendiente y que ha sido tallada a pico, preparándose incluso peldaños en la base. Esta galería confluye con otra de acceso, de trazado horizontal; ambas son estrechas, de sección ovalada y cuentan con abundantes huecos para colocación de las lámparas de aceite para iluminación. En total vienen a ser unos 100 metros de recorrido. En la boca de acceso y en la zona de intersección de las galerías de prospección y de acceso se han llevado a cabo obras de refuerzo para garantizar la estabilidad de la mina. En el exterior cuenta con una gran zanja de acceso de 20 metros de longitud cuyo entorno también ha sido adecuado para recibir visitantes.

Ruinas de ferrería hidráulica medieval

En la cabecera de la regata de Arditurri se ha excavado, estudiado y presentado al público las ruinas de una ferrería hidráulica datada entre los siglos XII y XIV. Tienen el valor añadido de corresponder a un tipo de instalación que no se conocía en el registro arqueológico. Supone el primer paso de la transición entre las ferrerías de monte o haizeolas y las que se instalan junto a los ríos para aprovechar la fuerza del agua. Por los datos que se han recogido debía de ser una construcción de madera apoyada sobre un zócalo de piedra. Se inscribe, además, en el panorama descrito por el Fuero de Ferrerías de Irun-Oiartzun, otorgado por el rey Alfonso XI de Castilla a los ferrones de la comarca en el año 1328.

Balsa de decantación de mineral, de época romana

La balsa de decantación se sitúa en la ladera que mira hacia el Centro de Interpretación, manifestándose a la manera de una pequeña línea diferenciada en el terreno. Hay que tener en cuenta que en época romana los minerales se trituraban y luego se recogían los granos de mayor riqueza lavando y decantando los sedimentos con agua. Es así como se ha formado este testimonio que, por otra parte, no es nada común entre las evidencias legadas por el Imperio.

La actuación realizada ha consistido en podar la vegetación de argoma en unas zonas, repoblar otras con gramíneas y juncales, plantando una serie de abedules de modo que sea la vegetación la que se encargue de delinear las líneas maestras de la zona arqueológica.

En cuanto a la señalética, se han instalado 5 paneles con información relativa a los testimonios puestos en valor, 2 para las balsas de decantación, 2 para la mina de Santa Bárbara y 1 para la ferrería hidráulica. Y para completar el programa, en la parte acristalada del centro de interpretación se han instalado varios paneles en vinilo con información general sobre los recursos arqueológicos del parque.

Período de ejecución: entre el 1 de enero de 2012 y el 31 de diciembre de 2014.

  • Proyecto de paisajismo: Jakoba Errekondo y Axier Galdos
  • Proyecto de obra de boca de mina de Santa Bárbara: Txomin Ugalde.
  • Inventario Botánico: Karlos Aseginolaza.
  • Intervenciones arqueológicas, investigación, actuaciones varias de acondicionamiento, reintegración, cierres, planos…: Fundación Arkeolan.

Coto minero de Arditurri

El coto minero de Arditurri ha sido el más importante de Gipuzkoa por sus dimensiones y por la importancia de los filones de mineral: galena argentífera, blenda, calcopirita, siderita, hematite, goethita, espato flúor y barita. En este coto la Fundación Arkeolan tiene catalogadas 44 unidades mineras de época romana. Las primeras se descubrieron en 1983, cuando todavía las explotaciones estaban en activo, y fueron inmediatamente protegidas legalmente por el Gobierno Vasco. Desde entonces, los descubrimientos arqueológicos se han ido sucediendo hasta los 44 ejemplos de minas ya citados, a los que hay que sumar otros testimonios ligados a la minería romana, como balsas de decantación o, incluso, un acueducto subterráneo que sigue en funcionamiento. También se han añadido descubrimientos de interés de otros periodos como una plaza de tratamiento de mineral de plomo y una ferrería hidráulica para producir hierro, ambas de época medieval.