La Ertzaintza investiga casi 3.600 estafas en Internet durante el último año

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1 de Febrero de 2014

La dirección delitosinformaticos@ertzaintza.net / delituinformatikoak@ertzaintza.net permite el contacto de la ciudadanía con los especialistas de la Ertzaintza

Durante el pasado año 2013, la Ertzaintza contabilizó alrededor de tres mil seiscientos casos de timos y estafas ocurridos en la Comunidad Vasca por medio de Internet. Principalmente, se trata de cargos económicos en cuentas bancarias de particulares o compras fraudulentas a través de páginas web. Los expertos informáticos de la Ertzaintza recomiendan desconfiar de los "chollos" en la Red, actualizar los sistemas operativos de los equipos e instalar antivirus.

Los timos y los fraudes constituyen uno de los apartados más importantes, en cuanto a su número, dentro de los "delitos informáticos" recogidos por la Ertzaintza e incluso las cifras reflejan un importante aumento en el último año. Así, el pasado ejercicio el número de delitos y faltas por estafas cometidas a través de Internet alcanzaron los 3.592 casos, mientras que en el período anterior -año 2012- se registraron 2.561, lo que supone un incremento superior al millar, en torno a un 40%.

Según las estadísticas recopiladas en los últimos períodos, dentro de los actos delictivos en los que se hace uso de la informática para su comisión, las estafas acaparan cerca del 90% del total. El resto se completa con amenazas, coacciones, injurias, acoso sexual y corrupción de menores, descubrimiento y revelación de secretos, extorsión y hechos contra la propiedad intelectual, entre otros.

Desde un timo por compra online a la pérdida del control del ordenador

En base al análisis de las denuncias presentadas, la mayoría de las estafas se refieren a importes de dinero cargados de manera fraudulenta en las cuentas bancarias de particulares.

Los delincuentes tratan de obtener los datos del usuario y las claves de las tarjetas de crédito por medio de falsas páginas web, aparentemente auténticas, u otras técnicas cómo el phishing o el pharming. Estas últimas se realizan normalmente a través del correo electrónico o servicios de mensajería instantánea para apoderarse de los datos sensibles de las víctimas y poder operar en sus cuentas o suplantar su identidad. Un ejemplo sería el envío de un correo-e, o en menor medida de un SMS, desde una supuesta entidad bancaria, para pedir los datos de una tarjeta con la excusa de desbloquearla por motivos de seguridad. Tras disponer de dicha información, los delincuentes realizan uno o varios cargos, normalmente inferiores a los tres mil euros, para evitar los filtros de las entidades bancarias.

En este sentido, la Ertzaintza procedió en el mes de julio en Ortuella a la detención de seis varones acusados de usurpación de identidad y estafar 110.000 euros a una empresa textil de Murcia. Los delincuentes se hacían pasar por empresarios "de toda solvencia" formalizando varias compras de productos textiles en Internet. Su arresto se produjo cuando se disponían a recoger la mercancía y abonarla con dos pagarés falsos. El género estaba destinado a la venta en mercadillos.

Otro timo habitual es el pago por anticipado que se practica en compras tramitadas en páginas de artículos de segunda mano. Con el gancho de ofertas muy suculentas engañan a las víctimas para que adelanten el importe o efectúen los pagos a través de empresas de envío de dinero. Finalmente, el objeto de la compra nunca llega al destinatario o sus características son inferiores a las ofertadas. Un operativo policial relacionado con esta variante se registró a finales de diciembre del 2012 cuando la Ertzaintza detuvo en Bilbao a un varón que abría fraudulentamente cuentas bancarias en diferentes entidades y localidades del Estado, para lo cual usaba una identidad falsa y aportaba documentos manipulados. La trama iba acompañada de la inserción de anuncios de venta ficticia de vehículos en Internet. A los compradores, habitualmente de otros países europeos, se les enviaba un número de cuenta abierta con identidad falsa para que efectuaran un primer pago al objeto de iniciar los trámites de envío del vehículo al país de destino. Una vez consumada la transferencia bancaria, el autor sacaba el dinero en efectivo y abandonaba la ciudad para no dejar rastro. Así, trataba de evitar el seguimiento y dificultaba la investigación policial al cometerse los hechos a través de Internet y con países de la Unión Europea.

También se dan casos de toma de control del equipo informático del particular por medio de un virus. El ordenador prácticamente deja de funcionar y se solicita una compensación económica para su restauración. Una variante parecida a ésta, consiste en bloquear el equipo, simulando proceder de una institución oficial (policía, agencias estatales, etc.) y la imposición de una supuesta multa por haber detectado archivos que violan la propiedad intelectual o con pornografía infantil.

Por otro lado y aprovechando la actual coyuntura de crisis económica, se producen engaños por medio de falsas ofertas de trabajo con promesas de incorporación inmediata y alta remuneración o empleos desde casa. Para acceder a estos trabajos se requiere el ingreso previo de una cantidad económica en una cuenta con la excusa de ciertos trámites de contratación o por gastos de un curso de formación a realizar.

En estas mismas circunstancias de crisis y enfocado a las vacaciones, podemos encontrar en la red alquileres de apartamentos o viajes a bajo coste que finalmente salen muy caros al tratarse de simples bulos. La señal de pago acordada se pierde ante la inexistencia del citado apartamento o viaje.

Un correo electrónico informando de un premio en un sorteo en el que no se ha participado también puede esconder un engaño. Normalmente, se utilizan conocidas marcas y logotipos de organismos para añadir más fiabilidad. Para cobrar el falso premio es indispensable aportar una cantidad de dinero por anticipado para hacer frente a impuestos u otros costes.

También vía e-mail se pueden recibir noticias de una herencia cuantiosa tras el fallecimiento de un familiar lejano. Los supuestos albaceas o en ocasiones un abogado, informan de los trámites a seguir que siempre llevan consigo el pago por adelantado de algún gasto. Un hecho de circunstancias parecidas y también recibida por correo electrónico recoge una oferta presumiblemente enviada por una persona adinerada. Este propone el cobro de una suculenta comisión por cederle una cuenta corriente para transferir dinero que necesita sacar de su país. Finalmente y tras varios contactos acaban pidiendo alguna suma por diversos motivos. Estos hechos son conocidos cómo "la estafa nigeriana". Una vez que las víctimas acceden al pago dejan de tener noticias de los beneficios prometidos.

La Ertzaintza contra los delitos informáticos

La Sección Central de Delitos en Tecnologías de la Información (SCDTI) englobada en la Sección Central de Investigación Criminal y Policía Judicial de la Ertzaintza se encarga de las indagaciones y la lucha contra los "ciberdelitos" desde el año 1998. Se trata de un grupo especializado en esta materia, integrado por agentes con formación específica en aspectos jurídicos y técnicos y con experiencia en investigación criminal. Dentro de su actividad destaca el descubrimiento e investigación de los delitos relacionados con las nuevas tecnologías e Internet y dan cobertura a todas las actuaciones de la Ertzaintza en estas cuestiones que tengan la consideración de graves. Entre sus tareas se ocupan de las denuncias y los oficios judiciales relacionados con este tipo de hechos. Además, mantienen un contacto permanente con otras policías y empresas del sector.

Al igual que otros delitos de cualquier naturaleza es fundamental la presentación de denuncias. En concreto, para estos casos es importante aportar toda la documentación que se disponga aunque pueda parecer irrelevante. Si es posible, realizar una copia en soporte digital ( cdr ) con todos los datos, como correos electrónicos, fotografías, etc. De los e-mails, cabe destacar la información contenida en las cabeceras del mismo.

Por otro lado, existe la posibilidad de informar a la Ertzaintza sobre un hecho relacionado con la informática, con Internet..., que se considere delictivo. Así, se puede contactar directamente con el grupo especializado en "delincuencia informática" en la dirección de correo electrónico: delitosinformaticos@ertzaintza.net / delituinformatikoak@ertzaintza.net. Aunque estas informaciones carecen de la consideración de denuncia, los datos que se faciliten por esta vía serán atendidos y estudiados, iniciando la Ertzaintza las gestiones necesarias para confirmar la existencia de delito. En caso de resultar procedente, practicar las investigaciones precisas tendentes al esclarecimiento del mismo, si bien en la mayoría de los casos será precisa la interposición de una denuncia formal.

Con el objetivo de paliar las estafas u otras infracciones en Internet, la Ertzaintza recuerda los siguientes consejos:

-Usar el sentido común y desconfiar de los chollos. Existe un principio básico aplicable a todo tipo de estafas: "Nadie da euros a 90 céntimos" (nadie da duros a cuatro pesetas). Si un objeto es demasiado barato, es conveniente sospechar de su autenticidad. Confirmar la identidad del vendedor antes de hacer la compra.

-Instalación de un antivirus. Los virus son una de las mayores amenazas para los ordenadores que existe en Internet, por el número de daños causados. Así, su uso y la actualización constante del mismo es importantísima. Día a día se descubren multitud de nuevos peligros, lo cual indica que si únicamente instalamos el programa y no lo actualizamos seremos vulnerables.

-Instalación de un cortafuegos. Un cortafuegos es un dispositivo físico o un programa, que actúa de barrera entre un ordenador y una red, en este caso Internet. Existen diversos productos comerciales, así como también gratuitos para uso personal con una aceptable seguridad.

-Actualización continúa del sistema operativo. Frecuentemente se descubren agujeros de seguridad en los mismos y los fabricantes ofrecen actualizaciones para subsanarlos.

-No abrir mensajes de correo de dudoso origen.

-No instalar programas de fuentes desconocidas o poco fiables, ya que nadie garantiza que los mismos no estén modificados y realicen algunas acciones no deseadas. Existen alternativas de bajo coste o incluso gratuitas a casi todos los programas comerciales.