El agroturismo nació como fórmula para ayudar a mantener vivo el caserío y el entorno rural. Hoy al cabo de una década, el peso de su actividad turística, es más que evidente.

El agroturismo columna vertebral del turismo rural

El turismo rural nos ha sorprendido. Esa sorpresa no tiene que ver con nuestra capacidad de valorar lo ajeno cuando ejercemos de turistas, sino con el descubrimiento de comprobar que para otros somos atractivos. Otorgar valor a lo próximo y a lo cotidiano para que otros vivan emociones constituye la gran sorpresa que nos ha deparado el turismo rural. Y de este descubrimiento pueden hablar y mucho los responsables de los agroturismos vascos.

No fue una decisión fácil ni tampoco generalizada, pero cuando hace ahora diez años en Bizkaia se puso en marcha el primer agroturismo, se estaba iniciando una andadura para la cual probablemente las ganas y la ilusión superaban el entrenamiento; pero la razón era bien simple: o se hacía algo o la suerte de muchos caseríos estaba echada.

El turismo rural vino principalmente de la mano de aquellos caseríos que, preocupados por la evolución de la propia actividad agraria y por la supervivencia de un entorno rural amenazado por el desarrollo industrial y urbano, se atrevieron a hacer lo que ya se hacía en otros países europeos. No hay duda de que las ayudas públicas establecidas para la mejora de las instalaciones constituyó también una razón de peso importante para ofertar plazas.

Abrir las puertas de los caseríos fue cruzar un umbral y adentrarse en un sector que, como todos los sectores de actividad, debe buscar la calidad del producto y la rentabilidad económica en un mercado cada vez más exigente y competitivo que no permite el relajo. Hoy sabemos que el turismo rural no es solo el alojamiento en agroturismos pero a ellos hay que reconocerles el papel que han jugado para ampliar el escenario turístico del País Vasco.

259 establecimientos y 1.227.000 plazas anuales configuran, a finales de 1999, la oferta del alojamiento rural de la CAPV. Gipuzkoa es el territorio que concentra mayor porcentaje de plazas (42%).

La red de establecimientos de turismo rural

En el País Vasco, la oferta de alojamientos en el medio rural incluye hoteles, agroturismos y casas rurales y a finales de 1999 estaba constituida por un total de 259 establecimientos que ofertaban 1.226.516 plazas al año.

Cuantitativamente la oferta más numerosa corresponde a los agroturismos que representan el 64% de los establecimientos y el 47% de las plazas, mientras las casas rurales cuya única diferencia con los anteriores es que no mantienen la actividad agraria, resulta el grupo más pequeño, sobre todo, desde la perspectiva de las plazas (8%)

Centrándonos en los agroturismos y según datos de la Encuesta de Establecimientos Turísticos Receptores del EUSTAT (EETR), en 1999 la oferta en Euskadi ascendía a 168 establecimientos que sumaban un total de 570.976 plazas anuales. El tamaño medio de cada establecimiento es de 9,3 plazas.

Al tratarse de una oferta novedosa, el período entre 1993-1999 ha sido una etapa expansiva en cuanto a la incorporación de nuevos establecimientos a la red, que ha supuesto un incremento del 46% de las plazas disponibles.

Aunque la tasa anual de crecimiento del número de establecimientos ha sido del 3,8% y del 6,6% en el caso de las plazas, en 1999 la oferta disminuyó respecto al año anterior, por el descenso de agroturismos experimentado en Gipuzkoa.