Aitzina Folk, música y solidaridad

  • Aitzina Folk, música y solidaridad

La música popular tiene una cita en Gasteiz durante el mes de diciembre. Aitzina Folk, el festival solidario que nació para difundir este tipo de música y para, al mismo tiempo, visibilizar y generar fondos que ayuden a la investigación sobre la ataxia telangiectasia cumple su sexto aniversario. Más días, más música, más solidaridad. Patxi Villén, director del Festival, nos acerca los detalles.

 

¿Cuál es el origen de Aitzina Folk?

Comenzamos hace seis años, con la intención de organizar alguna actividad para dar visibilidad a la ataxia telangiectasia, recaudar fondos para investigar y a la vez colaborar en la difusión de la cultura folk. Yo soy músico aficionado al folk, toco en varios grupos y del entorno de nuestros amigos músicos y de nuestros familiares surgió la idea.

Tenemos un hijo, Jon, que ahora tiene 15 años, afectado con esta enfermedad rara y neurodegenerativa. Sentíamos que teníamos que movernos para impulsar la investigación a nivel estatal, no podemos quedarnos quietos. En la asociación que agrupa a las familias tenemos 30 niños y jóvenes, uno de ellos recién incorporado: Hodei, de 2 años, también de aquí de Álava.

Es complicado lograr apoyos cuando tienes alguien con una enfermedad rara, tenemos que luchar duro por nuestros hijos. Y con el Aitzina ya hemos recaudado más de 75.000 euros en estos años, estamos financiando un proyecto de investigación en la Clínica Universidad de Navarra que cuesta 150.000 y hemos apoyado otro también en el Cabimer de Sevilla.


De hecho, la asociación Aitzina Lantaldea –de apoyo a los enfermos de ataxia-telangiectasia– se encarga de la organización del festival. ¿Cómo es la experiencia de gestionar un programa de estas características, con grandes figuras locales e internacionales?

Es una experiencia muy intensa, de mucho trabajo pero muy agradecido y reconfortante porque ves la cantidad de gente, empresas e instituciones que se implican y te echan un cable, y el público de todas las edades que disfruta de los conciertos y actividades. Y con mezcla de artistas locales e internacionales, con distintas influencias. Se crea muy buen ambiente.

Tenemos un grupo de más de 100 voluntarios que nos ayudan y lo dan todo, desde el diseño de los carteles, hasta el montaje de escenarios, el control de entradas o la venta de camisetas solidarias.

Ya han pasado más de 50 grupos por el festival y más de 14.000 espectadores. Se ha hecho grande y se va consolidando, y eso es un orgullo para todos los que lo organizamos.

 


Hace ya un par de ediciones que habéis puesto especial atención a la producción de las mujeres en la música folk. ¿Cuál es la aportación de éstas a la escena?

La aportación de las artistas siempre ha sido muy importante y muchas veces poco reconocida, ha estado en segundo plano. A ellas les cuesta más esfuerzo que se valore su trabajo, como pasa en otros sectores. Hay que contratar más artistas y proporcionarles más visibilidad.

Las mujeres, tanto en la música como en la danza o en otras disciplinas, aportan otros puntos de vista y otras formas de expresar la cultura folk. Este año tenemos a la escocesa Karen Matheson de Capercaillie, la cantante donostiarra Maria Berasarte, las irlandesas The Friel Sisters, la cello californiana Natalie Haas, la violonchelista española Iris Azquinezer de Zaruk, la cuentacuentos vasca Arantza Cordero, y las Sorginak que acompañarán a Kepa Junkera.


En el marco del Festival acogéis el Encuentro de Escuelas de Música Tradicional y Folk ¿Qué es esta iniciativa y cómo se desarrolla?

Sí, es el tercer año. Nuestra idea, también en las kalejiras, es buscar la colaboración de las escuelas de folklore y valorar la cantera, la gente joven que está aprendiendo y que será el futuro, y a quienes podemos enseñar además que se puede ser solidario. También proporcionar un incentivo a las escuelas y docentes que se esfuerzan por mantener viva la música tradicional y de raíz.

Es una jornada participativa en la que alumnado de diferentes escuelas que quieren colaborar, interpreta temas ante el público. Es una forma de que también los y las más pequeñas tengan su papel en el festival.

 

 

Será el sábado 15 de diciembre, de 10:30 a 13:30 horas, en el Conservatorio de música Jesús Guridi (con entrada con invitación a través de las escuelas). Colaborarán músicos locales y la jornada finalizará tocando varios temas de manera conjunta. Por la tarde hemos organizado talleres de txalaparta, bertsos, percusión y danza irlandesa, abiertos al público en general pero orientados a que los pueda aprovechar la gente que viene al Encuentro de Escuelas.


Otro de los clásicos es la velada que organizáis a modo de sesión improvisada, abriendo el festival a quienes se acercan de forma amateur a este tipo de música. ¿Cómo es la participación del público, qué ambiente se crea en estas sesiones?

Es una experiencia única para disfrutar de la música. La session nos permite unir gente que a veces no nos conocemos y que tenemos como nexo la música folk.

Será el sábado 22 de diciembre de 17h a 19h en Falerina. Dejamos entrada libre hasta completar aforo, y puede intervenir quien lo desee, porque publicamos previamente las partituras en la página web de Aitzina Folk. Se pasa el tiempo volando, se crea un ambiente muy especial, estamos muy a gusto.


La presentación del Aitzina Folk 2018 estuvo a cargo del musicólogo Juan Mari Beltran, quien ya inauguró la primera edición del festival ¿Qué otros actos destacáis?

El público disfrutó con la actuación de Juan Mari Beltrán, que es todo un símbolo de la música popular vasca y que siempre nos apoya, y su cuarteto, con Ixiar Jauregui, Errege Belda y Ander Barrenetxea. En el acto también contamos con el apoyo del ciclista alavés Mikel Landa.

La programación completa, con más de 20 actividades, algunas gratuitas, se puede consultar en nuestra web, e incluye las actuaciones del prestigioso violinista escocés Alasdair Fraser, considerado como el mejor violinista escocés, Parradust Dantzan, el grupo gasteiztarra Krisketa, charla-concierto con Kepa Pinedo (baile tradicional vasco), talleres con Nuala Irish Dancers (danza irlandesa) y Aitzina Ceol Project, Masterclass de percusión que será impartido por la asturiana Eva Tejedor, taller de txalaparta dirigido por Karlos Subijana, taller de bertsos impartido por Arabako Bertsozale Elkartea, charla-concierto impartida por Josep Maria Ribelles acerca del arpa en la música tradicional catalana, los gallegos Odaiko, la Gasteiz Big Band con la Gasteizko Udal Txistulari Banda, Alboka, Capercaillie…

 

 

Como novedad este año estamos organizando una visita musical libre a la catedral de Santa María en la que se podrán escuchar varios grupos además de disfrutar del entorno mágico de la catedral.


El camino que le queda por recorrer a este proyecto es aún largo ¿Cómo lo imagináis dentro de diez años?

Pues esperamos que el Aitzina Folk tenga una vida larga, llena de conciertos y actividades interesantes y participativas para que todo el mundo disfrute tanto del folk como los que lo organizamos. Y nos encantaría que dentro de diez años ya no tengamos que recaudar dinero para investigar la ataxia telangiectasia porque se ha encontrado una cura para la enfermedad.

 

(Este Especial se publicó el 19 de noviembre de 2018).