Las residencias de personas mayores de Euskadi disponen ya de la receta electrónica y de acceso a la historia clínica de Osakidetza

15 de septiembre de 2017

El despliegue de la e-rezeta o receta electrónica y la historia clínica de Osakidetza en las 300 residencias de personas mayores, tanto públicas como privadas de Euskadi, está ya finalizado, tal y como lo han confirmado esta mañana el Consejero de Salud del Gobierno Vasco, Jon Darpón, y la Consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, al término de la visita que han realizado a la residencia Uzturre de Tolosa, en la que han estado acompañados de la Diputada de Políticas Sociales de Gipuzkoa, Maite Peña y de la Alcaldesa de Tolosa, Olatz Peón.

El Consejero de Salud se ha felicitado por el despliegue ya que se ha cumplido el compromiso adquirido por el Gobierno Vasco con la integración de la  receta electrónica en el ámbito sociosanitario. Además, ha destacado que la unificación “es un paso importante en la seguridad de las y los pacientes residenciados y para los propios profesionales sanitarios, ya que se eliminan las recetas en papel y además, se puede consultar el tratamiento en la historia clínica, minimizando con ello los errores de medicación y favoreciendo el seguimiento de la adherencia al tratamiento”. El Consejero ha señalado, también, que la puesta en marcha de e-rezeta en el ámbito sociosanitario “es un avance hacia la sostenibilidad de nuestro sistema de salud y, por encima de todo, la constatación de que trabajando en equipo con el Departamento de Empleo y Políticas Sociales,  las Diputaciones Forales y los Ayuntamientos, en el marco del Consejo Sociosanitario, estamos apuntalando una atención sociosanitaria puntera y de calidad, adaptada a las necesidades de las personas mayores”.

Artolazabal por su parte ha recalcado que “la atención a las personas debe prestarse teniendo en cuenta sus condicionantes sociales y de salud y precisamente, en el marco de este Consejo Vasco de Atención Sociosanitaria estamos trabajando en las nuevas líneas que marcarán la Estrategia 2017-2020. Para ello tenemos en cuenta aspectos como la estructura, la organización, la financiación o la innovación”.

Actualmente, Euskadi cuenta con 300 residencias, públicas y privadas,  que dan atención a cerca de 20.000 personas, quienes se benefician ya, de una mayor seguridad médica y farmacéutica. Las personas residenciadas presentan problemas de salud crónicos y la mayoría está polimedicadas. El 68% toma 5 o más medicamentos y el 33% tiene prescritos 10 o más fármacos. Durante 2016 se tramitaron un millón y medio de recetas, lo que supone un consumo anual de casi, 75 medicamentos por persona residenciada. Además, cerca del 90% de ellas requiere de absorbentes de incontinencia y el 10%, de productos dietéticos. En lo que respecta a este año, entre los meses de enero a julio, se han dispensado electrónicamente 243.000 recetas. A fecha de hoy, el 60% de las recetas realizadas en este ámbito, son ya electrónicas.  

El Consejero, Jon Darpón, ha recordado que el desarrollo de la receta electrónica en las residencias viene acompañado de la accesibilidad a la historia clínica de Osakidetza que es, desde el pasado año, de uso compartido en el ámbito de las residencias de las persona mayores, lo que ha redundado en una mejora diagnóstica y de tratamiento para las personas usuarias. Actualmente, está implantada en más del 90% de residencias, esperando finalizar su operatividad el mes que viene.

La incorporación de todas las residencias vascas a e-rezeta y a la historia clínica es un paso decisivo en la configuración  del nuevo modelo de gestión para la prestación y dispensación farmacéutica llevado a cabo por el Departamento de Salud del Gobierno Vasco y Osakidetza, y que llega a su fin, tras un proceso de cambio que ha necesitado de un año de implantación y en el que han colaborado todas las instituciones vinculadas al ámbito sociosanitario.

Hasta ahora, la prestación se venía realizando con recetas en papel y diferenciadas del resto. La integración con e-rezeta conlleva el acceso compartido a  la Historia Clínica de Osakidetza y con ello, la consulta del tratamiento activo de la persona residenciada. Esto aporta una mayor seguridad para el paciente, mejora la calidad asistencial y de los procesos de prescripción y dispensación y,  la sostenibilidad de nuestro Sistema de Salud.

La receta electrónica ha contribuido a la seguridad clínica al prevenir errores en la medicación y conocer la adherencia al tratamiento, además de reducir la frecuentación al centro de salud para recoger recetas. En cuanto a la dispensación,  evita interpretaciones equivocadas de las recetas manuscritas y permite un seguimiento farmacoterapéutico de los pacientes. Por su parte, las personas están mejor informadas al recibir la hoja de tratamiento donde, de forma clara, se detallan las indicaciones del mismo. Desde su implantación, se han dispensado 124 millones de recetas electrónicas, siendo, actualmente, el 96% de las dispensaciones realizadas.

Otras de las ventajas que conlleva la receta electrónica es que  incorpora beneficios como la revisión y ajuste de los tratamientos, sobre todo los de larga duración, así como evitar los botiquines caseros y las medicaciones sobrantes, ya que la recogida de la medicación es mensual en lugar de trimestral.