Fecha de publicación: 26/11/2015

Snapchat. El peligro de lo efímero

Artículo de Lorena Fernández Álvarez (Directora de Identidad Digital de la Universidad de Deusto) quien ha impartido el curso ¿Cómo crea y gestiona la juventud su identidad digital? en el Observatorio Vasco de la Juventud los días 3, 10 y 17 de noviembre de 2015.

Empezamos ya a educar a las primeras generaciones de jóvenes que han nacido con redes sociales y smartphones.  Es decir, que no han conocido un mundo sin ellas. Pero lo que sí han conocido son diferentes espacios por los que transitan a gran velocidad. Esa misma con la que han abandonado Tuenti, dejando la plataforma vacía. Twitter sigue aguantando el tirón a duras penas, gracias a las celebrities y el uso de los hashtags en los programas de televisión. Facebook, por mucho que lo intenta, no es capaz de atraer a ese público joven, así que ha salido de compras, adquiriendo dos de los nuevos bares de moda: Instagram, el reino del selfie y WhatsApp. 

Pero una nueva protagonista está irrumpiendo con fuerza: Snapchat. También conocida como la red social de lo efímero, se trata de una app móvil que permite a las persona usuarias enviar imágenes o vídeos cortos junto a mensajes y hacerlos visibles durante un periodo corto de tiempo, momento en el que desaparecen. Se ha erigido como la gran exponente de lo que se conoce como temporary social media, que ya en 2013 presentaba el MIT como una tendencia para recuperar terreno a la privacidad. Y es que una de las características que tiene nuestra identidad digital frente a la analógica es la persistencia de la información. Esa que aparece años después, cuando menos te lo esperas y Google lo decide. 

Lo que parece una ventaja y se ajusta a nuestros consejos de “ten cuidado con lo que publicas o te perseguirá toda la vida”, también tiene un efecto colateral: la falsa seguridad que proyecta la información efímera. De hecho, esa falsa seguridad está haciendo las veces de catalizadora para el sexting, una práctica cada vez más común entre la gente joven debido a la presión de grupo. Y es que durante esas edades, es más fuerte la influencia de pares que de padres. Por lo que si juntas esto con Snapchat, tienes un cóctel peligroso. Una investigación ha revelado que la gente joven es plenamente consciente de las consecuencias perjudiciales que puede tener para ellos y ellas esta práctica. De hecho, no lo hacen por una cuestión sexual, sino más bien por ganar popularidad o por la presión de sus amigos y amigas. Yo no me canso de decir que todo aquello que da el salto a Internet, deja de ser privado, por mucho que le pongamos fecha de caducidad, dado que hacer un pantallazo o sacar una foto al dispositivo móvil mientras muestra determinados mensajes, es bastante sencillo. 

Pero, ¿qué es Snapchat? ¿Qué oculta en sus entrañas? En esta aplicación de mensajería instantánea vuelve a primar la sencillez y no tiene mucho misterio. Permite a las personas usuarias tomar fotografías y grabar vídeos, añadiéndoles textos y dibujos, para luego publicarlos o bien enviarlos a una lista de contactos limitada y que durarán, como mucho, 24 horas. Estos vídeos y fotografías se conocen como Snaps y los y las  usuarias pueden controlar el tiempo durante el que serán visibles (de 1 a 10 segundos de duración), tras lo cual desaparecerán de la pantalla de la persona destinataria y serán borrados del servidor de Snapchat. Así que tenemos dos límites temporales: el tiempo durante el que el mensaje vivirá y el tiempo que damos a nuestros contactos para visualizar el mensaje. De hecho, es posible que lancemos mensajes que no sean vistos jamás por nadie. 

Otra característica interesante es que las imágenes que se mandan solo se pueden tomar desde la propia aplicación en el momento y no de la galería de nuestro móvil. Es decir, que no podemos hacer uno y mil selfies hasta dar con el que mejor nos veamos, con lo que tiene una capa de espontaneidad y frescura (y de nuevo, más y más inmediatez). La aplicación del fantasmita también cuenta con la opción de videollamadas y un apartado para las marcas, por lo que no tardaremos mucho en ver importantes desembarcos en este rincón digital. 

Veremos qué le depara el futuro a este nuevo bar de moda. Como siempre recomiendo, lo mejor para quitarle el miedo es que nos demos una vuelta por él, para ver qué se cuece. Solo así podremos educar aplicando nuestra experiencia vital y no nuestros temores. 

Lorena Fernández (@loretahur)

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