Fecha de publicación: 21/10/2015

La población inmigrante residente en Euskadi aporta a la economía más de lo que recibe

Lanbide.

Los datos del estudio “El impacto económico y demográfico de la inmigración en el País Vasco”, que hoy ha presentado en Bilbao el Observatorio Vasco de la Inmigración-Ikuspegi, desmontan una vez más la creencia más o menos extendida de que la población inmigrante acapara buena parte de los recursos sociales disponibles en Euskadi.

El trabajo elaborado por Ikuspegi, organismo en el que colaboran el Gobierno Vasco y la Universidad del País Vasco, cuantifica el impacto económico de la inmigración previo a la crisis (2008) y en plena recesión (2012).

En ambos casos la estadística no sustenta la opinión de quienes creen que la inmigración contribuye negativamente al crecimiento económico, ya que durante el periodo que abarca el estudio los saldos de este colectivo siempre han sido positivos. En cuatro años sus aportaciones por rentas de trabajo han aumentado cerca de 200 millones de euros -se ha pasado de 443 a 631 millones- debido sobre todo al aumento de las cotizaciones a la Seguridad Social y el IRPF.

La investigación de Ikuspegi sitúa el gasto per cápita en servicios de la población inmigrante por debajo del que se dirige a la población autóctona. Así, en 2012 este gasto ascendía a 3.906 euros para una persona extranjera, frente a los 3.947 euros para el total de la población; un hecho que se explica en parte por el relevante gasto de ciertas partidas en las que la población extranjera tiene muy poco peso, como en el sistema sanitario, las prestaciones para la dependencia e incluso la educación.

A pesar del alto nivel de ocupación del colectivo inmigrante en el mercado laboral vasco, la crisis económica se ha cebado especialmente sobre este colectivo. Debido a ello, tal y como corroboran todos los estudios y estadísticas oficiales, han ido en aumento las cuantías que reciben vía prestaciones económicas y servicios sociales, si bien en todos los casos el colectivo inmigrante sigue aportando más de lo que recibe.

El estudio destaca finalmente el claro impacto de la población extranjera sobre aspectos más inmateriales como la demografía vasca, que hace que la población no haya disminuido en estos últimos años. Asimismo, subraya la clara mejora que ha producido la llegada de población extranjera en indicadores como la natalidad, la tasa de dependencia o la tasa de envejecimiento.

Los datos presentados hoy se pondrán a debate la próxima semana en el marco de las V. Jornadas sobre inmigración e integración en el País vasco que organizan conjuntamente Ikuspegi y Biltzen, y en la que está prevista la participación de importantes expertos en la materia.