El Consejo de Gobierno aprueba un decreto relativo a la cuantificación residencial en la modificación de las Directrices de Ordenación Territorial (Consejo de Gobierno 19-01-2016)

19 de enero de 2016

Ana Oregi: “su aplicación a los Planes Generales promoverá las operaciones de rehabilitación, redensificación, renovación de la ciudad existente y ajustará los nuevos desarrollos urbanos”.

La nueva forma de cálculo considera la vivienda vacía y su puesta en carga lo que favorecerá la menor necesidad de nuevas recalificaciones de suelo y ayudará a que las ciudades sean más habitables.

El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy la modificación, para su actualización, del decreto 28/1997 de 11 febrero por el que aprobaron definitivamente las Directrices de Ordenación Territorial de la Comunidad Autónoma del País Vasco, en lo relativo a la Cuantificación Residencial.

 “El documento se plantea en la línea de la sostenibilidad territorial en cuanto que conlleva unos resultados más limitados para la capacidad residencial del planeamiento municipal de acuerdo con las nuevas dinámicas: mayor densidad frente a dispersión; rehabilitación de la vivienda existente y puesta en valor de la vivienda vacía frente a la nueva edificación; mayor concreción del número de viviendas necesarias basadas en análisis pormenorizados para cada municipio, lo que conlleva ajustes en las nuevas calificaciones de suelos, entre otros aspectos” explica la Consejera de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco Ana Oregi.

“Esta atención sobre lo ya construido previene nuevos consumos de suelo y garantiza un uso más eficiente de los recursos, favoreciendo el desarrollo de ciudades compactas, relativamente densas y complejas, que induzcan nuevas oportunidades para la población” matiza la Consejera Oregi.

La obligación de los municipios de adecuar su planeamiento urbanístico a las disposiciones de la Ley 2/2006, de 30 de junio, de Suelo y Urbanismo requerirán, con el fin de establecer las nuevas posibilidades edificatorias en el municipio, su adaptación a la metodología que se establece en el decreto hoy aprobado.

Dicha metodología se basa en aspectos que tienen en cuenta el Modelo Territorial que queda vinculado a estrategias de equilibrio territorial que se establecen en los Planes Territoriales Parciales en una escala que excede el propio ámbito municipal; atiende a las necesidades de primera residencia, tanto por el incremento de la población como por las nuevas tipologías familiares, en las que la familia monoparental demanda un amplio número de viviendas lo que se denomina en el decreto “variación del tamaño familiar”.

También se atiende a la demanda de vivienda secundaria y, como aspecto novedoso, esta nueva forma de cálculo tiene en consideración la vivienda vacía y su puesta en carga. Esto no solo favorecerá la menor necesidad de nuevas recalificaciones de suelo sino que ayudará a que las ciudades sean más vivideras y a que no haya edificios, incluso barrios, obsoletos que en ocasiones se transforman en guetos en los que se crean reticencias para vivir, y se apoyarán y formularán actuaciones enfocadas a la transformación y regeneración de las ciudades.

Según Ana Oregi “la forma de aplicación de la Modificación a los Planes Generales es diferente a la que se venía aplicando, porque promueve las operaciones de rehabilitación, redensificación, renovación de la ciudad existente y ajusta  los nuevos desarrollos urbanos”.