La Ertzaintza detecta un incremento de las activaciones de falsas alarmas durante el último año

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30 de marzo de 2015

En 2014 las patrullas tuvieron que investigar 885 casos de falsos avisos de atraco

La Ertzaintza ha detectado durante el último año un rebrote de las activaciones accidentales o erróneas de dispositivos de alarma, lo que ha generado un importante número de actuaciones policiales de comprobación que a la postre han resultado innecesarias. Este incremento del último año, sin embargo, hay que enmarcarlo en un espacio temporal más amplio, en el que la labor de inspección de la Unidad de Seguridad Privada de la Ertzaintza ha propiciado un descenso continuado de las falsas alarmas.

Según recogen los datos de la Unidad de Seguridad Privada, durante 2014 la Ertzaintza recibió un total de 7.021 avisos de falsas alarma tanto por parte de centrales receptoras como de instalaciones particulares. En el mismo periodo de tiempo, los avisos verdaderos por robos, incendios y otras incidencias alcanzaron la cifra de 695, todos los cuales derivaron en intervenciones policiales, que se saldaron en muchos casos con detenciones o con la presencia inmediata de los recursos de emergencia necesarios.

El aumento de las falsas alarmas, de más de un 9% con relación al ejercicio anterior, conviene situarlo sin embargo dentro de un proceso continuado de descenso de este tipo de situaciones, que hace una década superaban con creces las treinta mil anuales. Ello se debe a la labor permanente de control e inspección de la Unidad de Seguridad Privada de la Ertzaintza, así como a la entrada en vigor hace cuatro años de una normativa reguladora más exigente con las instalaciones de alarma.

885 falsos atracos

Uno de los aspectos que más preocupa a los responsables policiales es el aumento progresivo de las activaciones accidentales de los pulsadores de atraco, dispositivos existentes en muchos establecimientos comerciales, empresas o viviendas para alertar de que están siendo objeto de un robo violento. En total, durante el pasado año fueron 885 los casos de falsos atracos a los que tuvo que acudir la Ertzaintza para comprobar que se trataba de una falsa alarma. La mayoría de los casos correspondieron a instalaciones clasificadas “de riesgo bajo o medio” (viviendas, comercios, pequeñas empresas,…).

Distracción de recursos de seguridad 

Los motivos de las falsas alarmas son diversos, pero la negligencia humana suele ser una constante: olvido de la clave, no facilitarla al personal de limpieza, pulsar la alarma por descuido,… Desde la Unidad de Seguridad Privada de la Ertzaintza reiteran que las falsas activaciones implican - en todos los casos - la intervención urgente, en cuestión de minutos, de patrullas policiales que tienen que comprobar los hechos y actuar si fuera necesario para evitar el “delito”. Son recursos que hay que detraer de otras actividades necesarias, como pueden ser la vigilancia para evitar verdaderos robos o prevenir delitos contra las personas.

Estas negligencias, que afectan a la seguridad del conjunto de la ciudadanía tienen, lógicamente, sus consecuencias. Durante 2014, la Unidad de Seguridad Privada abrió 222 informes para posibles sanciones a usuarios por uso negligente del sistema de alarma. Asimismo, realizó 238 requerimientos de subsanación por la comunicación desde una misma instalación de dos o más alarmas falsas en un mes. Estos requerimientos derivaron en la revisión por los instaladores de los dispositivos de 184 instalaciones y, lo que es más grave, en 54 órdenes de desconexión de sistemas no revisados conforme a las normas y la reconexión obligatoria de otras 32 instalaciones.

La labor de control de la Ertzaintza

La Unidad de Seguridad Privada de la Ertzaintza es la responsable del control y verificación del correcto funcionamiento de los sistemas de alarma instalados en diferentes locales, para prevenir deficiencias en su funcionameinto y evitar así su reiterada activación de manera injustificada. La USP inspecciona todos los dispositivos que están conectados a una central receptora de alarmas, tanto los de aquellos establecimientos que por sus carácterísticas estan obligados a tener alarma, como son las entidadades bancarias, joyerías, galerías de arte, administraciones de lotería, establecimientos de juego y estaciones de servicio, como las de aquellas empresas, particulares, comercios, etc. que por iniciativa propia instalan alarmas y las conectan a una central receptora.