Departamento de Gobernanza Pública y Autogobierno

Cómo escribir para la web

Introducción

Ningún medio de comunicación tiene una ley inflexible que determine cómo se generan contenidos de calidad. La comunicación no es una "ciencia dura" y por tanto no tiene ni teoremas, ni axiomas, ni estructuras formales estrictas que separen lo bueno de lo malo. Esto no inhibe a cada medio de comunicación de tener sus reglas y pautas, los lineamientos que indican como generar contenidos de calidad.

En las pantallas de ordenador los textos se leen más lento y con más dificultad que los impresos. Además, el internauta es impaciente y tiene a su alcance millones de otras páginas a un solo clic de distancia. Los buenos usos provenientes de la creación de textos impresos también son útiles en la web, especialmente la claridad, sencillez y concreción. La adecuada gestión del hipertexto y los aspectos formales del texto representan la otra parte de la calidad de un texto web

Los usuarios no leen

Lo habitual es que un usuario no lea con detalle ni siquiera una mínima parte de los textos de una página web. En su lugar, y por economía de tiempo, el usuario se limita a hojear la página por encima. Es decir, el usuario realiza un rápido barrido visual de cada página buscando elementos que llamen su atención.

Por otro lado, los usuarios aprenden pronto a ignorar los mensajes publicitarios exagerados, incluso cuando intentan aparecer como información objetiva camuflados en el texto. Los usuarios detestan la publicidad intrusiva de los sitios web que les aparta del contenido central que están buscando en un momento dado.

Por ello, se ignoran sistemáticamente los anuncios publicitarios. Una consecuencia, principalmente en usuarios con experiencia, es el cierre casi compulsivo de las habituales ventanas emergentes (pop-up) que aparecen automáticamente en algunos sitios. Los usuarios han aprendido que no suelen aportar información de valor y las cierran nada más abrirse para acelerar la descarga de la página principal.

Escribir para el barrido visual

Por las razones citadas anteriormente las páginas web deben estar preparadas para este tipo de revisión rápida. Para ello es necesario establecer una jerarquía visual clara. Se deben hacer resaltar los elementos más representativos utilizando distintos métodos:

  • Palabras resaltadas mediante negrita y cambios de color o de tamaño. En este sentido los hipervínculos actúan como elementos de atracción visual pues se destacan del resto del texto.
  • Listas de elementos con viñetas o numeradas.
  • Títulos de sección y titulares breves intercalados (también llamados ‘ladillos’).
  • Recursos gráficos o de diseño

Brevedad y sencillez

Se recomienda usar menos del 50% del texto usado habitualmente en una publicación escrita. Los usuarios se aburren con los textos largos. Los párrafos deben ser cortos, de dos o tres frases únicamente y muy directos en su estilo. Este requisito es aun mayor cuando los usuarios acceden mediante un dispositivo móvil. En textos largos se debe dividir y agrupar el contenido en partes significativas, con sus respectivos títulos descriptivos.

Eliminar lo que no es necesario

Hay que prescindir de mensajes de bienvenida, descripciones sobre lo fantástico que es el sitio o nuestros servicios, saludos de los directivos, slogans publicitarios, repeticiones innecesarias, o instrucciones redundantes ("rellene el formulario con sus datos"), etc. Los usuarios no tienen tiempo ni ganas de leerlo, y solo aportará "ruido".

Estilo de pirámide invertida

La idea principal o conclusión del texto debe escribirse al principio del mismo para lograr interesar al usuario en la lectura del mismo. Después se debe continuar con los razonamientos generales que sustentan el argumento. Para terminar se pueden ofrecer enlaces a otras páginas donde se ofrecen más detalles como tablas de datos, resultados concretos o informaciones previas.

Este tipo de redacción se conoce como el ‘estilo de pirámide invertida’. Se trata de una secuenciación completamente opuesta a la utilizada tradicionalmente en los artículos científicos y académicos. De esta manera se asegura que el lector retiene lo más importante de la argumentación aunque no llegue a leer hasta el final del artículo o de la página.

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